El economista jefe del Banco Credicoop, Alfredo García, cree que la crisis financiera mundial es aún imposible de dimensionar pero que es erróneo trasladarla a todo el planeta pues -advierte- "es una crisis de los países centrales". Para García, antes de que las potencias ordenen sus situaciones "hay grandes posibilidades para las economías de los países emergentes, como China, India y el mismo Brasil".
"Es muy interesante analizar que esta crisis es fundamentalmente de los países centrales y que no ataca de la misma forma al resto de los países, como por ejemplo a los emergentes: China, India y el mismo Brasil incluso, donde ahora está la potencialidad de crecimiento", sostiene García.
-¿Quiere decir que estos países pueden fortalecerse?
-La crisis afecta a todos, pero se la ha definido como crisis mundial cuando en realidad afecta de manera diferenciada. Creo que hay todavía una potencialidad en todos estos países emergentes, con los cuales nosotros comercializamos y de los cuales también somos parte. Hay que tenerlo en cuenta porque estas economías van a ir fortaleciéndose y de a poco van a ir tomando mayor protagonismo en el escenario económico mundial.
-¿Hasta dónde llega esta crisis?
-Hay límites, pero no se puede saber dónde están esos límites por lo que cuándo y cómo termina es imposible de determinar. Ésta es una crisis que se fue demorando durante muchísimos años, donde hubo una acumulación de riqueza magnífica que resultó ser ficticia. Entonces esa corrección va a llevar tiempo, es muy difícil hacerla de un día para otro. Va a llevar tiempo, va a llevar años, con un gran impacto sobre la producción y las economías reales.
-¿Cuál es el poder de fuego del gobierno para sostener el dólar?
-Las reservas son altísimas, eso está muy claro. ¿Con qué compró dólares?, con pesos y los pesos dónde están, circulando, están en depósitos, en la base monetaria. Hay que tener en cuenta que las reservas que posee el Banco Central representan 1,4 veces la base monetaria. Eso da una idea de que el peso sigue fuerte y obviamente es imposible que se vayan todas las reservas que existen en el Banco Central. La situación es controlable pero, obviamente, en la medida en que los actores que presionan por un dólar alto persistan en su reclamo se van a exigir más reservas, pero creo que hay resguardo. Las reservas están para esto, para sostener estas situaciones.
-¿Cómo analiza ese ejercicio argentino de correr el dólar cuando la crisis tiene su nodo en Estados Unidos?
-Resulta paradójico que el vuelo a la estabilidad sea refugiarse en los bonos de la reserva de los Estados Unidos. Obviamente tiene que ver con el poder hegemónico y cultural de Estados Unidos y por otro lado no surge otra moneda que efectivamente pueda competir con el dólar. Alguien me dice, "bueno, está el euro" pero es una moneda nueva. Se ha demostrado con esta crisis que los líderes europeos no se han puesto de acuerdo en cómo enfrentarla y salieron tomando respuestas unilaterales que rápidamente tuvieron que reformular porque se dieron cuenta, por ejemplo, de que poner las garantías de depósitos en Alemania hizo que los fondos del resto de los países se fueran hacia allí. Para que el euro sea moneda de reserva evidentemente hace falta mucho más desarrollo.
-¿Debe subir el dólar?
-Cuando se pide un dólar alto para poder exportar hay que pensar que la única medida de competitividad no es el dólar alto, porque si genera inflación no sirve. Hay que pensar en otras maneras de competitividad como mejorar el acceso a inversiones de las empresas, políticas de fomento por parte del gobierno, mejorar el crédito y centrar ahí estas cuestiones.
-El tipo de cambio o la competitividad ¿afecta a todos de la misma forma?
-No, hay empresas que siguen siendo competitivas y que por sus costos y su estructura siguen siendo competitivas. Hay que ayudar a las empresas que son más debiles y a las cuales efectivamente les cuesta mantener la competitividad.
-¿Qué opina de las recetas a la crisis?
-Las recetas ayudan a dar soluciones momentáneas, pero obviamente los gobiernos tienen recursos limitados y han sacado al mercado una cantidad impresionante de recursos, muchísimo dinero, que no se pueden inyectar de un día para otro. De estos 700.000 millones de dólares recién se utilizaron unos 250.000 millones para colocar acciones, que es lo más rápido. Pero hay que ir comprando esa deuda y eso no se hace de un día para el otro, hay que ver qué se elige, qué no se elige. Ésas son cuestiones que mientras tanto demoran el crédito. Recién ahora está asomando algo más de crédito, pero es algo mínimo. Hubo medidas fuertes, pero en qué medida esto va a parar las crisis, esto no se sabe, de alguna manera la está amortiguando. Hay distintas teorías, algunas con forma de curva de cómo se va a salir de la crisis, pero problablemente la actual situación a nivel mundial se profundice más.