El autismo que mantiene el gobierno frente a la crisis, agrega aún más incertidumbre sobre la economía argentina.
Los trazos de la historia muestran que sería un hecho casi inédito de que el país quede al margen de esta crisis internacional. Los números de la balanza comercial ya están mostrando los primeros golpes que llegan a las orillas del Plata.
El economista Carlos Melconian asegura que el mayor riesgo que presenta la dinámica de esta crisis es que las principales variables macroeconómicas confluyan tal como lo hicieron en el período 2000-2001. Allí el dólar estaba 1 a 1 con el euro, el petróleo por debajo de los 40 dólares el barril, la soja con un techo de 200 dólares la tonelada, monedas débiles devaluadas (real) y el riesgo soberano por encima de los 1.000 puntos básicos, lo que inhibía la toma de crédito internacional para poder financiarse. Hoy algunas de estas variables están en estos niveles.
Sin embargo, la macro de América Latina, y la Argentina, están más preparadas para los efectos tradicionales de la crisis que se avecina. Pero esto no quiere decir que hay que negar la realidad. El golpe para la economía K llegará. Si no se toman medidas en serio -no como los anuncios de esta semana- la ola del tsunami nos pasará por encima sin tener en cuenta esta mejor posición en las variables macro.