a caída en los niveles de exportaciones es un hecho inevitable para el 2009. No es una cuestión de mala política local. La realidad es que la fiesta de los commodities se terminó y no hay nadie que apague la luz.
Todos los estudios muestran que el contexto internacional tan favorable para los países agroexportadores durante el período 2003-2007 llegó a su fin y que hoy es más alta la chance de que los precios de los commodities tengan una baja adicional a una recuperación permanente.
Será derrumbe y no solo caída, si la demanda externa se cae por el deterioro del mundo disminuyendo las exportaciones industriales. En este punto el tema más crítico para la Argentina es si cede la demanda de Brasil, que empuja este tipo de exportaciones. Para M&S, si esta crisis termina siendo "caída" para la Argentina las exportaciones del 2009 rondarán los 65.000 millones de dólares contra los 74.000 millones proyectados para este año, es decir que se espera una baja en torno al 12% con este nuevo escenario.
Si termina siendo "derrumbe", las ventas externas se ubicarían por debajo de los 60.000 millones de dólares, lo que marcaría una reducción del 20% respecto del consolidado de este año.
El año que viene van a sentirse tres efectos bien diferenciados sobre las exportaciones argentinas: menores precios internacionales sobre los commodities, menor cosecha de granos y una menor demanda de productos de Brasil.
Otro de los temas que presionará sobre el sistema exportador será la falta de financiamiento. En el 2009 no existirán excedentes de dólares internos para solventar anticipos de exportaciones, a lo que hay que sumarle el corte de crédito externo.
Un tema más que complicado. (Redacción Central)