El jefe de Investigaciones Económicas del Banco Central, Hernán Lacunza, aseguró el viernes que la entidad no va a dar "volantazos" con el tipo de cambio y que las reservas "están para usarse".
Al hablar en el 44 Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), Lacunza trazó una comparación de la economía con un avión en medio de una tormenta y dijo que en ese contexto "lo peor que puede hacer el piloto es empezar a dar volantazos". "Lo importante es llegar en torno del punto de equilibrio. En ningún país el tipo de cambio está en ese punto sino que oscila en torno, en 10 ó 15% en más o en menos", señaló Lacunza.
Por ello, consideró que "lo importante es no ceder a ninguna euforia ya que los argentinos somos hipersensibles al tipo de cambio" y que por ello no se puede adoptar una política similar a la de Brasil, que deja que el billete oscile en una banda mucho más amplia.
El economista en jefe del Banco Central sostuvo que "afortunadamente" la entidad monetaria acumuló reservas para enfrentar un posible shock externo, a pesar de las críticas que recibió por el costo financiero que tuvo al aplicar el mecanismo de "esterilización". "Bueno, éste era el costo del seguro y ahora lo podemos ver", señaló en referencia a las tasas que tuvo que pagar el Central para sacar de circulación los pesos que emitía para comprar dólares.
Por ello, justificó la política que está siguiendo la autoridad monetaria en materia de venta de reservas para evitar una disparada de la cotización de la divisa norteamericana. "Que las reservas cambien en 1.000 millones, más o menos, no importa. Están para usarse. Si no, en vez de un colchón se transforman en un lecho de piedra", sintetizó Lacunza, quien comparó a las reservas con una "estructura antisísmica".