La demanda de dólares comienza a presionar sobre el Banco Central. En la semana tuvo que intervenir en el mercado vendiendo cerca de 1.000 millones para poder sostener la divisa. Pese a ello, el peso se despegó otros siete centavos. "Va a estar a 3,80 pesos para fin de año si siguen las cosas así", confió un operador bursátil al salir del piso de operación contando su comisión, obviamente en dólares.
Pero las herramientas de ahorro para quien tiene un par de pesos no están sólo en la moneda norteamericana.
Hablar de euro quedó en el pasado. Las pérdidas de aquel que entró comprando por arriba de 5 pesos fueron muy grandes. Y el que se quemó alguna vez con leche ve una vaca y llora.
Las otras alternativas que presenta el mercado son las tasas de interés y la bolsa. Sí, escuchó bien: la compra de acciones locales.
Respecto de la tasa de interés, los bancos pagaron este fin de semana por un plazo fijo a 30 días por 100.000 pesos el 18,5% anual. Algunos operadores aseguran que mañana estas tasas pasivas estarán cercanas al 20%. Es que el Central va a presionar sobre ella para tentar a los inversores a que dejen de apostar al dólar. Es que una paridad que rompa el techo de los 3,30 pesos podría generar histeria en los ahorristas y todos saldrían a buscar el codiciado billete verde pagando cualquier precio por él. "El Central puede pegar otro golpe interviniendo de un saque con 600 millones el mercado para hacer bajar el dólar otra vez a los 3,25 pesos", confió uno de los operadores que tiene colocados sus pesos en una "cueva" a siete días.
¿Y el día después de este hipotético mazazo del Central? El mercado no se calmará. Ésa es la opinión de los especialistas.
¿Qué quiere decir que "no se calmará"? Que la gente volverá a demandar dólares y vuelta a la pulseada entre el Central y el mercado.
En definitiva, ¡es la confianza idiota!
Se entró en un proceso en el cual el Central tendrá que salir a jugar fuerte para sostener la divisa pero, si desde la política no se ayuda a consolidar la confianza... llegó el fin del peso.
Y después de eso, realmente sería un idiota el que no salga a comprar dólares para resguardar sus ahorros.
JAVIER LOJO
jlojo@rionegro.com.ar