Hubo sondeos con el FMI. Se supo que la semana pasada, durante la asamblea anual del FMI que se realizó en Washington en plena hecatombe de los mercados, el "silencioso" ministro de Economía, Carlos Fernández, mantuvo reuniones con funcionarios del organismo multilateral.
Aparentemente, el ministro estuvo conversando con sus colegas del FMI para analizar la posibilidad de que Argentina formalice el próximo año algún tipo de acuerdo global con los organismos internacionales de crédito.
Lógicamente, teniendo en cuenta que es un año electoral, el objetivo es evitar los títulos que digan que Argentina acordó con el FMI. El nudo central es orientar un convenio con el BID, el Banco Mundial y que el FMI lo avale para poder tener fuente de financiamiento.
"Es indudable que el camino hacia los organismos multilaterales, en un contexto internacional como éste, es cada vez más cercano", admitió un importante colaborador de Economía.
Otro cortocircuito con Redrado. Otra vez cortocircuitos con el titular del Banco Central, Martín Redrado. El punto central es que Redrado no avala de ninguna manera una suba del dólar como pretenden los sectores productivos y sindicales.
"No hay manera de buscar una suba del tipo de cambio que no se traslade a la inflación", fue aparentemente una de las frases más pronunciadas por Redrado en estos últimos días.
En el entorno del titular del Central consideran, además, que justamente en este momento tener un tipo de cambio estable, por debajo de 3,25 pesos por unidad, permitiría no expandir más la base monetaria y tener una política más restrictiva.
"En realidad, creo que los esfuerzos deberían efectuarse por el lado fiscal y no sólo con aumento de impuestos. Aquí el Ejecutivo sigue incrementando notablemente el gasto público", se quejó un funcionario del BCRA cercano al directorio de la entidad.