Hace tiempo que no se ve una volatilidad tan grande en el mercado. Y las monedas no quedan fuera de este esquema. El jueves el euro llegó a romper el piso de los 1,40 dólares para quedarse posmercado en 1,38 dólares, el valor más bajo de la moneda comunitaria de los últimos doce meses.
Pero esto no ha sido mérito pleno del dólar sino de las de malas noticias sobre la economía europea, que para la mayor parte de los analistas estaría ingresando en un recesión similar a la que hoy sufre los Estados Unidos. Grandes fondos siguen viendo al dólar como refugio aunque la economía muestre dificultades. Para la mayor parte de los analistas los valores de la moneda del Viejo Continente se mantendrán en los actuales niveles, por lo menos hasta fin de año. Pero mucho de esto dependerá de lo que pase con la crisis financiera de los Estados Unidos y la reacción de los FCI que están colocados en activos fuera del billete norteamericano.
La clave estará en el posible rescate de Lehman este fin de semana. Si esta transacción sale favorable, el mercado repuntará con fuerza y el dólar tendrá un nuevo repunte por una mayor expectativa en la economía de los Estados Unidos.
La otra gran moneda que está mostrando cambio es el real, que cayó frente al dólar desde principios de agosto cerca del 14%. Para la gran parte de la clase media, es la vuelta del tradicional veraneo a las playas brasileñas. Para otros, los exportadores, el principio del fin de una fiesta cambiaria y el comienzo de un ajuste para ser más competitivos en ese mercado. Para la mayor parte de los analistas, difícilmente el real pueda llegar a los niveles del segundo trimestre del año, más bien se espera que para principios del 2009 esté tocando los 2 reales por dólar.
Y en estos vaivenes no se puede dejar de mencionar al peso argentino. Ayer cerró fuera del sistema a 3,12 por dólar, creciendo más de 6 centavos en el último mes (2%). Pero a esta tendencia el gobierno ya le puso un techo. Para el cierre del 2009 estará en 3,25, lo que refleja un aumento del 4% en el año. Un dato menor si se lo compara con la inflación, que estará el próximo año por encima del 15%.
JAVIER LOJO
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