La balanza comercial en los primeros siete meses del año resultó superavitaria en 6.145 millones de dólares, ya que las exportaciones aportaron 40.296 millones, lo que significó un aumento del 37% respecto de igual período del 2007. En tanto, las importaciones ascendieron a 34.151 millones, o sea una suba del 45%.
"El sostenimiento de un tipo de cambio competitivo estimuló la producción nacional, la creación de empleo y el crecimiento de las exportaciones, tanto aquellas relacionadas con los sectores primarios como las industriales", argumentó Carlos Fernández, ministro de Economía y Producción.
Hasta opinó que "mediante la aplicación de derechos de exportación se reconocen explícitamente las diferencias competitivas naturales entre el agro y la industria" y que "así la política cambiaria logra asegurar la competitividad de la economía y, al mismo tiempo, brindar certidumbre a la actividad productiva nacional".
El habitualmente parco principal habitante temporario del porteño Palacio de Hacienda estimó que la Argentina exportará más de 72.000 millones de dólares en el 2008 y que "los precios internacionales ayudan, por cierto", aunque no es esto lo que consideraron las pequeñas y medianas empresas (ver aparte).
Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), calculó que el record de ventas al exterior del 2008 estará cerca de 71.000 millones, por operaciones que crecieron el 29% en los últimos 12 meses (hasta el 20 de agosto pasado). De alcanzarse semejantes cifras, evidentemente se superará la meta de 60.000 pronosticada a principios de año por el canciller Jorge Taina, luego de culminar el 2007 con 55.780 millones.
El incremento en el valor de las exportaciones en los primeros siete meses del año fue atribuido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) a los precios (33%) y, en menor medida, a las cantidades (3%). Todos los rubros subieron respecto de enero-julio del 2007. Las ventas al exterior de los productos primarios treparon el 49% por los precios y el 5% por las cantidades.
Ambos factores exhibieron en las manufacturas de origen agropecuario (MOA) una mejora del 50% y una baja del 8%, respectivamente. Por las frutas frescas ingresaron 1.033 millones en idéntico lapso de este 2008 frente a 676 millones del mismo período del 2007, de manera que aumentaron el 53%. En las manufacturas de origen industrial (MOI) hubo alzas del 20% en las cantidades y del 8% en los precios, en tanto los envíos de combustibles y energía aumentaron el 60% por precios y cayeron el 27% en las cantidades.
Las principales exportaciones en valores absolutos, entre enero y julio, inclusive, fueron: porotos de soja, maíz, harina y pellets de soja, aceite de soja, trigo, automóviles, naftas, aceite de girasol, petróleo, gas y demás carburantes.
De cualquier manera, el saldo de la balanza comercial volvió a marcar un fuerte superávit de 1.001 millones de dólares en julio, cuando pareció superarse el conflicto del gobierno nacional con los productores agropecuarios. En el séptimo mes del año, se alcanzaron dos records históricos: en las exportaciones por 7.039 millones, a raíz de las mejoras en las cotizaciones internacionales de los commodities, y en las importaciones por 6.038 millones, debido a la combinación de precios más caros en 15% y, fundamentalmente, el avance del 28% en las cantidades adquiridas.
En los primeros 7 meses del año, las MOA y las MOI fueron los rubros con mayor participación, con el 34% y el 29% del valor total, respectivamente.
"La recuperación económica se debe a una política consistente con un tipo de cambio competitivo, que se mantendrá, y a la acumulación de reservas", interpretó Carlos Fernández. No obstante, en la conducción de la Unión Industrial Argentina (UIA) hubo disidencias sobre las cifras de la inflación -oficiales y privadas- y por considerar que el principal problema para el sector es la apreciación cambiaria por la fuerte suba de los costos. Algunos consultores pronosticaron, a su vez, que el gobierno tendrá que "devaluar más rápido" para evitar que la Argentina siga perdiendo competitividad.
En el próximo viaje de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a Brasil podría iniciarse formalmente el sistema de pagos con monedas locales entre la Argentina y su principal socio del Mercosur, con lo cual se reducirían los costos de la intermediación bancaria para las transacciones de bienes y que, para muchos, sería el primer paso de una integración financiera bilateral que comenzó a gestarse en el 2006 -entonces lo comentó este suplemento-, que sería optativo tanto para las empresas como para los bancos y que permitiría realizar las operaciones de comercio exterior en pesos o en reales sin recurrir a dólares.
MIGUEL ÁNGEL FUKS
miguelangelfuks@yahoo.com.ar