El sector inmobiliario argentino presenta un importante potencial a mediano plazo, no obstante lo cual la diferencia entre los plazos de fondeo de los bancos y los de otorgamiento de los préstamos limita la ejecución de créditos hipotecarios, concluyó un informe privado.
De acuerdo a un análisis del BBVA Banco Francés, la actividad inmobiliaria atravesó en Argentina un fuerte ciclo expansivo de recuperación entre 2002 y 2006, impulsado fundamentalmente por la canalización de ahorros fuera del sistema financiero, por las tasas de interés reales negativas durante el período y por el retraso relativo de los costes de la construcción.
Sin embargo, el sector tiene potencial en el mediano plazo a la luz de factores sociales y demográficos, ya que todavía existe una demanda de vivienda insatisfecha comparando con países desarrollados.
Además, la tasa de crecimiento de la población, junto con el aumento de la masa salarial en términos reales y la incorporación de la mujer al mercado laboral impulsarían una mayor demanda de vivienda. No obstante, un factor que ejerce una importante limitación al otorgamiento de los préstamos se vincula al descalce entre los plazos de fondeo de las instituciones bancarias y de la ejecución de los créditos hipotecarios.
Mientras que el fondeo, generalmente, se obtiene con depósitos a corto y mediano plazo, los créditos se ejecutan con una maduración a largo plazo.
Esto también es parte de la falta de confianza que existe hoy en la economía argentina. El 70% de los depósitos en el país está colocado a menos de 90 días y el 60% de ellos no se renuevan. Un dato más de nuestra realidad económica.