Las empresas de consumo masivo enfrentan nuevos desafíos como la producción de manufacturas destinadas a residencias unipersonales -de un solo individuo-, debido a que esa categoría es cada vez mayor y, en el caso de la Capital Federal, representa el 26,2% del total de los hogares, según un relevamiento privado.
El trabajo, realizado por la consultora GFK, observó que a nivel nacional los hogares unipersonales explican el 17% del total y que sus componentes son, en general, personas de recursos medios y altos.
La directora de la consultora, Norah Schmeichel, señaló que esta situación obliga a las empresas a miniaturizar sus packs de productos u ofrecer porciones más chicas que faciliten el consumo individual.
Dijo que la soltería es una tendencia creciente a nivel mundial y que la estructura tradicional de pareja con hijos dependientes ha disminuido considerablemente en los últimos 30 años.
Como contrapartida se incrementaron los hogares de una sola persona, padres solteros y parejas sin hijos.
Schmeichel, durante un encuentro con la prensa, dio a conocer un estudio de tendencias de consumo global realizado por la empresa en 30 países de los cinco continentes.
La tendencia predominante refleja la existencia de una opción verde o de productos naturales, situación que llevó a que en el año 2007 el mercado global de productos saludables superara los 200.000 millones de dólares en ventas, cifra que podría cuadruplicarse para el 2015.
Esto no sólo determina la vigencia de productos light o de bajas calorías sino la concepción, por ejemplo, de un emprendimiento inmobiliario de edificios de torre rodeados por jardines.
También se dan tendencias paradójicas en las que, a medida que la gente se interesa por la búsqueda del bienestar a través de lo saludable, entre los años 2003 y 2007 se registró en el mundo una descenso de un 7% en la tendencia a comer frutas y verduras y un incremento del 5% en la intención de tener recreación y relax.
De ahí las marcas de yogures light que utilizan su nombre para montar centros de spa.
El mito de la juventud es otra tendencia a través de la cual los consumidores valoran ser jóvenes, en un marco creciente en donde las sociedades son cada vez mayores en edad y los individuos tienen menos hijos.
Otra tendencia global es la de la movilidad en el mundo virtual y en la utilización de tecnología para potenciar la vida.
Ejemplos de esa movilidad los dan la notebook o el blackberry, que permiten afirmar que "tu hogar es donde estás, no hay fronteras".
Asimismo tiene peso la denominada cultura snack, basada en el deseo de los consumidores de obtener satisfacción inmediata a través de alimentos fáciles de comer, como los pequeños envases de yogures.
A criterio de Schmeichel, las empresas deben advertir estas tendencias de consumo y convertirlas en oportunidad.