Luego del pico observado en mayo, los incrementos salariales mostraron el primer signo de desaceleración desde agosto del 2007 al crecer al 25,5% anual, levemente por debajo del 26,1% observado en mayo. De todas maneras, el segundo trimestre del 2008 fue el de mayor aumento de los últimos años con un 22,6%, similar al período electoral del 2007. En el mismo sentido, se observó durante junio una desaceleración inflacionaria (tomamos la medida en San Luis). De esta manera, aunque todavía se observan variaciones del salario real negativas, no resultan tan fuertes como durante marzo y abril, cuando el salario real llegó a caer un 3,5% anual. Mas allá de estas diferencias (positivas o negativas), lo relevante es que en los últimos meses pareció darse una peligrosa carrera de precios y salarios en un contexto de aceleración de las expectativas inflacionarias. El desafío es hacer frente a un nuevo escenario que parece bosquejarse en las últimas semanas. En primer lugar hay una merma en las expectativas inflacionarias, según encuestas de la UTDT, que de un andarivel del 30% anual han pasado a otro del 25%. Esto es coincidente con la posibilidad de una menor inflación importada a raíz de la caída de los precios de las materias primas. Sin embargo esto parece chocar con la todavía fuerte inercia reivindicatoria que exhibe buena cantidad de agrupaciones sindicales.
Entre los diferentes bloques de trabajadores se observa una importante recuperación del salario de los informales, que mostraron una variación anual del salario nominal de casi 35% en junio.
Un escalón más abajo se encuentran los formales privados y los públicos, que registran variaciones cercanas al 25% aunque debido al aumento de la alícuota para el aporte a las AFJP el salario en mano de los trabajadores formales crece al 18% anual. A pesar de las similitudes, entre los dos últimos bloques la realidad es bien diferente. Por el lado de los trabajadores privados formales, los aumentos por decreto junto con el poder negociador sindical mejoraron el poder adquisitivo en un 12% respecto del período precrisis. Por el otro lado, los trabajadores públicos recién vieron incrementados sus salarios nominales durante los últimos 2 años y todavía se encuentran un 23% por debajo del salario del cuarto trimestre del 2001 en términos reales.
(Fuente: Fundación Mediterránea)