La existencia de una red eficiente de transporte y una amplia gama de servicios capaces de sostener el aumento de la demanda fueron consideradas necesarias para incrementar la competitividad en "Argentina: el desafío de reducir los costos logísticos ante el crecimiento del comercio exterior".
Entre las conclusiones del documento presentado en junio del 2006 por el Departamento de Finanzas, Sector Privado e Infraestructura del Banco Mundial (BM), figuró que esa cuestión en el país se encontraba en una situación intermedia, con fortalezas y debilidades, y hasta en riesgo de deteriorarse si se incrementaban las cargas como estaba previsto.
En tal sentido, se subrayaron las posibilidades de congestionamiento en los tres circuitos principales: las exportaciones de cereales y oleaginosas alrededor de Rosario, el movimiento de contenedores en las terminales cercanas a Buenos Aires y los envíos a través de pasos de frontera, en particular el del Cristo Redentor, ubicado en Mendoza.
Sobre esa base, el BM propuso cinco pilares para una estrategia logística (ver cuadro) y destacó, aparte, que las empresas tienen un papel central como organizadoras de las cadenas de abastecimiento y los intermediarios y operadores en las prestaciones de servicios.
Al efectuarse el estudio, se consideró que las funciones de logística del sector privado eran de competencia de las firmas y que el Estado podía impulsar el mejor desempeño de los sectores más débiles, o sea pequeñas y medianas empresas localizadas en sitios remotos y operadores de transporte que no lograban modernizar sus gestiones.