Si bien oficialmente ya se tomó la decisión de despegar del INDEC a Guillermo Moreno, las cosas no son tan sencillas. Es que el problema central no es el secretario de Comercio; es la inflación. Y eso es lo que el gobierno no quiere terminar de aceptar, porque hacerlo significa asumir un nuevo costo político que CFK no está dispuesta a cargar sobre sus espaldas. Fueron muchos golpes en sólo ocho meses de gestión: el conflicto con el campo, la disparada de precios, la división del PJ en el Congreso, los anuncios de calificadoras sobre posibles defaults y el muerto de Aerolíneas Argentinas, entre otros. Todos problemas postergados, espejos de lo que pasa hoy con la inflación.