Las estadísticas oficiales muestran que el superávit fiscal primario de la Nación en junio se ubicó en los 2.649 pesos, cifra 15% superior al mismo mes del año anterior. En el informe del Ministerio de Economía se destaca que este superávit fue "consolidado" por el aporte de 950 millones de pesos por parte del Banco Central, registrados en el mismo como "utilidades de la entidad". Es decir que, si no hubiese existido la ayuda del Central, las estadísticas fiscales de junio habrían tenido un deterioro respecto del mismo mes del 2007 del orden del 24%, que en definitiva fue lo que realmente pasó.
Pero cuando se computa todo el primer semestre, las cosas cambian. Los datos oficiales muestran que el superávit fiscal llegó en este período a los 20.309 millones de pesos, cifra que representa un 41% más que el consolidado del primer semestre del 2007 y el 75% del total de la meta presupuestada para todo el 2008 (27.045 millones de pesos).
Cabe destacar en este sentido que durante todo el semestre las transferencias del Central llegaron a los 3.300 millones de pesos, por lo que el crecimiento del superávit real del período se ubica en torno al 28%.
El dato más preocupante: la tasa de crecimiento de los gastos se encuentra por encima de los ingresos.
Pero todo este importante superávit en la Nación no se observa en las provincias. Es más, un reciente estudio elaborado por la Consultora E&R detalla que el 70% del incremento del gasto fue hacia los subsidios y las jubilaciones.
En el gráfico adjunto se observa claramente que los subsidios al sector privado durante junio crecieron 57%, mientras que las transferencias discrecionales a las provincias lo hicieron a una tasa negativa del 61%. En el primer semestre del año este indicador dio 65% y -2% respectivamente.
Esto muestra, en definitiva, que la política de precios aplicada desde el programa K continúa llevándose gran parte del gasto corriente del presupuesto. Para todo el 2008 se espera que los subsidios al sector privado rocen los 50.000 millones de pesos, es decir: el 5,2% del PBI.
Para tener una idea de lo que significa esta cifra, el presupuesto de este año prevé un superávit primario de 27.000 millones de pesos, es decir que los subsidios casi duplicarán el superávit.
Mientras tanto, las promesas de fondos de Nación a las provincias deberán esperar.
(Redacción Central)