Está claro que el poder de Néstor Kirchner dentro del gabinete se mantiene intacto. El paso al costado que dio el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, buscaba como objetivo que la parte más ortodoxa del poder (De Vido y compañía) dejen sus funciones, acompañando de esta manera a una real oxigenación en el Ejecutivo.
Fernández dio el paso, pero Néstor Kirchner frenó cualquier presión sobre sus alfiles. La llegada de Massa y Cheppi al gobierno es una clara señal para el mercado: en esta nueva etapa hay que esperar "más Néstor y menos Cristina".
Esta sensación se vio reflejada en las acciones y los bonos argentinos, que se mostraron dispersos durante toda la semana.
La salida de Moreno era la esperada. Incluso más aún que la de Alberto Fernández.