Los procedimientos a considerar para exportar teleservicios fueron estudiados por la abogada Clara Costamagna, especialista en Derecho de Alta Tecnología, quien recomendó tener en cuenta las posibles competencias en tales operaciones de las direcciones nacionales de Aduanas (DGA) e impositiva (AFIP) y el Banco Central (BCRA).
Aconsejó la inscripción como exportador e importador en la DGA, en principio para acceder a la factura de exportación que permite "exenciones impositivas interesantes", sin olvidar la necesidad de acordar con el comprador del exterior cuál prefiere, para evitar gestionar la especial -en el país identificada con la letra E- y continuar usando la de monotributista. También se precisa la clave de identificación tributaria, por tramitarse ante la AFIP. Seguramente el importador del exterior no sólo valorará sino también exigirá la regularidad impositiva.
"No son trámites demasiado engorrosos y permitirá ofrecerlos como una característica de seriedad de la prestación y defendernos ante posibles reclamos que nos hicieran sobre el origen de los fondos al momento de hacer efectivo el cobro de los servicios -subrayó Costamagna-. Recordemos que rigen las normas de la legislación en materia de lavado de dinero".
A diferencia de lo que ocurre con los bienes tangibles, "no existe una nomenclatura arancelaria generalmente aceptada referida a servicios, pero se puede optar entre la clasificación de la Organización Mundial de Comercio (OMC) o la confeccionada por Naciones Unidas o una armonización de ambas, cuestión que debe acordarse con el comprador". A partir de dichas clasificaciones, la especialista sugirió "definir el teleservicio que ofrecemos, tomando en cuenta la potencial demanda en los mercados internacionales, identificando en qué lugares se localiza y los posibles contratantes, los cuales determinarán las normativas nacionales e internacionales a las que ajustaremos el ofrecimiento". Incluso mencionó la posibilidad de "establecer alianzas estratégicas (asociativismo, 'networking' institucional-empresarial) hasta alcanzar la experiencia que permita emprender nuestra empresa en soledad".
Para que los exportadores de teleservicios sean competitivos, destacó la importancia de "considerar los beneficios que otorgan las distintas jurisdicciones aprovechando la actual competencia entre las mismas para atraer emprendimientos relacionados con las tecnologías".
Convencida de que siempre habrá barreras paraarancelarias, Costamagna sostuvo la conveniencia de "establecer soluciones amigables para evitar gastos judiciales que, por tratarse de extrañas jurisdicciones, tenderán a alcanzar relevancia".
Si bien no existen líneas de prefinanciación y financiación para estas ventas al exterior, observó que "tampoco la normativa bancaria las impide".