El mercado está muy convulsionado. Y no es para menos.
El dólar, para muchos operadores, sigue siendo tomador. Es decir que conviene salir a comprar a valores actuales. Los recientes dichos del especialista Lawrence Krohn, referente de los países latinoamericanos en los Estados Unidos, asegurando que un dólar en tres pesos no puede sostenerse en el tiempo fue toda una señal para el mercado. "La pérdida de competitividad tiraría todo lo hecho por la borda", confió el especialista. La consigna, dentro de este escenario, es entonces seguir colocando los ahorros en plazos fijos para pasarse, con el timing justo, al dólar.
Todo dependerá de cómo el gobierno salga de la crisis del campo. En la medida en que la puja de intereses continúe con el actual nivel de intolerancia -independientemente de los resultados en el Congreso- los hombres de campo liquidarán sus granos a cuenta gotas. Esto restringirá la liquidez de divisas en el mercado, lo que llevará a presionar sobre la tasa de interés.
Es exactamente lo que hoy está pasando en la City. El campo no exporta, los dólares no aparecen, el Banco Central liquida reservas, el dólar cae junto con los bonos y la tasa de interés sube por la falta de liquidez en el mercado. Hoy lo más conveniente continúa siendo el plazo fijo, que da tasas para medianos ahorristas (hasta $ 200.000) del orden del 15% anual a 30 días. En la medida en que el conflicto con el campo se mantenga, colocar los ahorros con esta tasa para luego pasarse a una compra de dólares a tres pesos es un buen negocio.
Pero no hay que olvidarse de diversificar lo más posible la cartera de inversiones. Hoy toda la City está muy enrarecida. Las ventas de acciones locales en los mercados internacionales se dispararon violentamente en estos últimos treinta días. Esto quiere decir que los inversores en el exterior se están desprendiendo de los papeles argentinos. Una señal de cómo ven la economía argentina los inversores extranjeros.
JAVIER LOJO
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