La falta de competitividad que está registrando la construcción a nivel nacional también se siente en toda la región de Río Negro y Neuquén.
En principio se observa un importante estancamiento en las transacciones inmobiliarias. Las compras de viviendas están virtualmente paralizadas a la espera del desenlace que pueda llegar a tener el conflicto del campo.
"Sólo se ven algunas operaciones en departamentos monoambientes o un dormitorio hasta 50.000 dólares. El resto está totalmente paralizado", confió un operador inmobiliario al ser consultado por el tema.
Las obras en marcha continúan su nivel de actividad pero en menor ritmo que años anteriores. Muchas de ellas comienzan a mostrar problemas de financiamiento, producto de la escalada de precios de los últimos meses. Y toda esta incertidumbre se ve reflejada en la estadística privada.
Un reciente informe elaborado por el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) detalla que la cantidad de trabajadores neuquinos registrados en el sector cayeron 15%, producto de la paralización de obra pública y privada que se registró en la provincia. Es la primera vez en los últimos cinco años que se refleja esta baja en Neuquén. En Río Negro se observa esta misma tendencia pero con menor intensidad. Las estadísticas muestran en este sentido que la evolución de trabajadores ligados a la construcción mermó en este período un 3%. Las solicitudes de libretas de empleo cayeron asimismo un 14 y 37%, respectivamente.