LA SEMANA
Los coletazos de la crisis económica comienzan a repercutir en la región. Todas las miradas del gobierno neuquino están puestas en los ingresos extraordinarios que puedan llegar de la mano del sector hidrocarburífero a partir del último trimestre del año. Los números del presupuesto cierran hasta ahí.
El gasto sigue sin freno y los problemas estructurales, sin solución, y ya comenzaron los reclamos para un nuevo ajuste salarial teniendo un cuenta una inflación proyectada superior al 30% para la región. Del presupuesto, que entró en la Legislatura con números que nada tenían que ver con la realidad y salió con la promesa de "acomodarlo" antes de fines de junio, nada se sabe al respecto. Toda una señal.