"Hay sectores industriales que están pidiendo que se vuelva a devaluar el peso. No comparto esa postura. La devaluación del 2002 tuvo efectos positivos que no tendría ahora, cuando estamos en medio de un proceso inflacionario, por lo que cualquier deslizamiento hacia arriba o hacia abajo del peso en relación con el dólar acentuaría las presiones inflacionarias, lo cual sería peligrosísimo", señaló el economista consultado por "Río Negro".
Entrando en un análisis comparativo, el experto cercano a Domingo Cavallo y Ricardo López Murphy subrayó que en el 2003 Brasil tenía una relación real-dólar de 3,30, paridad que hoy se sitúa en 1,65. "Fíjese el recorrido de apreciación nominal que siguió Brasil donde, aunque la inflación es menor que en la Argentina, ese deslizamiento hacia abajo ayudó a establecer al economía. Y aunque la apreciación de la moneda brasileña pueda ahora no compartirse, tampoco creo que sea necesaria una devaluación de nuestra moneda".
En concreto -apuntó Sturzenegger- la baja del dólar "no me preocupa para nada, aun cuando haya gente que insiste en comprar dólares en la creencia de que está tocando un piso. Esperemos que se revierta el mercado cambiario, el Banco Central vuelva a comprar divisas y la situación se estabilice", expresó eleconomista liberal.
"Puede ser que una baja afecte la industria local, pero me parece un costo bajo en relación con los beneficios de bajar las presiones inflacionarias.
"Ello -aclaró- no quiere decir que esté en contra de que el Banco Central intervenga para mantener un valor estable del peso respecto del dólar, aun cuando se devaluaba respecto del euro y el real. Los inversores chicos han sacado algo de su dinero, pero los grandes siguieron en el sistema. Los depósitos que cayeron son los menores a un millón de pesos". (ABA)