La economía argentina ostenta un nivel de bancarización muy por inferior al que muestran otros países de la región, de acuerdo con un reciente informe de la consultora Deloitte. En este contexto, se advirtió, son importantes las políticas de educación y difusión de las alternativas que posee el sistema bancario.
La bancarización mide el nivel de utilización del sistema financiero formal por parte del público. Conocer su nivel permite entender el grado de inserción del sistema financiero en la economía, detectando potenciales restricciones que afecten a los distintos agentes económicos -por ejemplo pymes-, e implementar regulaciones que favorezcan las decisiones de la población para acercarse a los bancos.
En relación con otros países de la región, dice el informe de Deloitte, los indicadores de depósitos y de préstamos de la Argentina también se encuentran retrasados. En préstamos, por ejemplo, la Argentina tiene un indicador del 11% respecto del PBI, mientras que éste llega al 21% en México, al 33% en Brasil y al 55% en Chile.
Estos datos contrastan de manera especial si se considera que el promedio de los países emergentes de Europa y Asia tiene una proporción del 80%.