Sólo el 7% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) recurre hoy al sistema bancario para obtener financiación, según una reciente publicación oficial del Ministerio de Economía. Esto demuestra que el acceso al crédito tradicional para las pymes no existe. Hay que pensar en alternativas, y una de ellas puede estar en las Sociedades de Garantías Recíprocas (SGR).
Estas sociedades comerciales tienen por objeto facilitar el acceso de las pymes al crédito a través del otorgamiento de garantías para el cumplimiento de sus obligaciones. Se trata de una estrategia asociativa entre grandes empresas y pymes que les permite a éstas garantizar cualquier tipo de compromisos u obligaciones susceptibles de apreciación dineraria. A su vez, las SGR pueden brindar a sus socios asesoramiento técnico, económico y financiero en forma directa.
Las condiciones que debe reunir una empresa para acceder a una SGR son:
" Ser pyme en términos de los parámetros de venta establecidos por la Res. Sepyme y DR Nº 675/2002.
" Adquirir acciones de la SGR (implica una inversión temporal de 1.000 pesos aproximadamente).
" Presentarse a una SGR en actividad, que hará una pre-evaluación de sus condiciones económicas y financieras para ser sujeto de crédito.
" Tener normalizada la situación impositiva y previsional.
Para obtener un aval de una SGR la pyme deberá ser socia partícipe de la misma; luego presentará un proyecto de negocios que requiera garantías para el cumplimiento de alguna obligación. La SGR evaluará las condiciones de riesgo crediticio de la pyme y determinará los límites de garantía a otorgar y su plazo. La pyme debe presentar contragarantías a la SGR.
Este mecanismo permite obtener beneficios impositivos mediante la deducción de los aportes de capital que realicen los socios partícipes de la base del Impuesto a las Ganancias y beneficios financieros, mediante la reducción del costo financiero y el alargamiento de plazos para proyectos de inversión.