El gobierno nacional otorgó esta semana un aumento del 18% para todos los vuelos de cabotaje de Aerolíneas Argentinas. Con esta suba, la tarifa se incrementó en cerca del 40% en los últimos 60 días. La administración K pone en marcha esta política para volver más atractivo el negocio de esta industria. Pero lo hace con la mirada puesta en los futuros socios estratégicos: para que el Grupo Mena pueda hacerse cargo de la firma con una rentabilidad asegurada, una oportunidad a la que el Grupo Marsans no accedió. Nada es casual en la Argentina de los K. Pasó con la compra de acciones de YPF por parte del Grupo Petersen y ahora, con la posible adquisición del 20% del paquete de Aerolíneas por parte del Grupo Mena. El regreso de una burguesía nacional de la mano de un capitalismo de amigos.