A algo más de seis meses de haber asumido el gobierno, Sapag envió el nuevo presupuesto a la Legislatura. Con las últimas correcciones, el mismo contempla un monto de gastos del orden de los 4.000 millones de pesos.
Hasta ahí, todo normal.
El problema está en que este presupuesto no incluye los incrementos de salarios ya otorgados por el gobierno neuquino este año ni los que llegarán de la mano de las demandas de los restantes gremios estatales antes del cierre del 2008.
Es decir que el presupuesto trabajado luego de seis meses no prevé los aumentos de masa salarial proyectados por algo más de 300 millones de pesos.
Sapag sigue escondiendo los números del gasto y muestra cifras que nada tienen que ver con la realidad.
Gobierno poco serio.