Si por sustentabilidad se interpreta la capacidad de repago de la deuda, y si ello se restringe a las posibilidades de afrontar la amortización y los servicios anuales sin que se deterioren sustantivamente las funciones esenciales de gobierno, deberíamos concluir que en Río Negro la deuda pública no es sustentable. Con este lapidario párrafo cierra parte de un concepto el informe de Fundación Mediterránea.
Pocos pueden poner en duda que la deuda no es un problema para la provincia. El punto es cuándo aparecerán limitaciones serias para poder afrontar el repago de sus obligaciones. Si bien los continuos programas de asistencia acordados con el gobierno nacional son de por sí una señal de que la "cosa no está del todo bien", no firmarlos es dejar pasar una posibilidad, por lo menos desde el punto de vista financiero.
Otra alerta sobre la posibilidad de repago es que en los dos años subsiguientes a la aplicación del Régimen de Responsabilidad Fiscal, Río Negro no logró cumplir con el límite de peso de la deuda sobre recursos establecido en el artículo 21 y debió recurrir a refinanciaciones del endeudamiento existente (artículo 22 de la misma ley). Pero, sin lugar a dudas, el potencial y principal problema en materia de deuda rionegrina está dado en el INDEC. Hoy el CER es contenido artificialmente por Moreno. Cuando las estadísticas del IPC se "blanqueen", la deuda se volverá literalmente impagable. (Redacción Central)