BUENOS AIRES.- La industria farmacéutica instalada en el país facturó 7.597,1 millones de pesos durante el año pasado, lo que significó un aumento del 20,2% respecto de los 6.320,2 millones del 2006. En ese movimiento las ventas internas (producción local más importaciones) sumaron 5.890,3 millones, o sea, el 18,8% por sobre los 4.939,7 millones del año anterior, y las exportaciones 851,6 millones, es decir, el 32,7% frente a los 641,9 millones del período precedente. Los productos con mayor salida fueron los recetados para el sistema nervioso, digestivos, cardiovasculares y antiinfecciosos (ver infografía).
Los datos de facturación mencionados (precios mayoristas a la salida de laboratorios, sin incluir el IVA) fueron obtenidos por el INDEC de las 75 empresas que constituyen el núcleo del sector.
Y aunque la industria acordó con el gobierno nacional limitar los aumentos de precios, no faltaron denuncias de que los laboratorios habían dispuesto alzas superiores a las pactadas, que trasladaron a las droguerías, las cuales a su vez transfirieron a las farmacias, que en ocasiones absorbieron. Pese a las quejas de estos minoristas, la cadena Farmacity, fundada en 1996, fue adquirida por el grupo inversor Pegasus Capital en más de 100 millones de dólares, que decidió continuar con su expansión. Por otra parte, Carrefour inauguró en diciembre último su primera farmacia en la ciudad de Buenos Aires y este año abrirá otras diez.
La Fundación Isalud -uno de sus impulsores fue Ginés González García, ex titular del Ministerio de Salud y actual embajador en Chile- calculó que en el mercado nacional había aproximadamente 1.733 principios activos en más de 6.600 "marcas de fantasía" y
con 13.275 presentaciones. Si bien funcionarios de la cartera insistieron en que las prescripciones por los nombres genéricos de las drogas contribuyeron a que bajaran los precios, algunos profesionales y entidades insistieron en que las farmacias no vendían genéricos sino copias de medicamentos originales con patentes internacionales vencidas o no reconocidas en la Argentina ofrecidas bajo el nombre de su principio activo.
"En la Argentina no hay remedios de primera ni de segunda", afirmó González García, quien promovió en el 2002 la sanción de la ley 25.649 de genéricos o DCI (denominación común internacional) y aseguró que los cuestionamientos se originaron en grandes laboratorios que vieron disminuir sus ganancias por influencia de los genéricos, pese a que el Instituto Nacional de Medicamentos (Inam) de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) garantiza tanto la bioequivalencia como la biodisponibilidad.
En Estados Unidos ahora preocupa la posible caída de la industria farmacéutica en los próximos años a raíz de los vencimientos de patentes. Esto le provocaría pérdidas de ventas millonarias, operaciones que podrían ser captadas por los fabricantes de genéricos.
Determinadas multinacionales advirtieron aquí sobre lo imprescindible de fortalecer la propiedad intelectual, aunque mantuvieran sus inversiones en investigaciones clínicas, reconociendo que siempre fueron de alta calidad y de utilidad en el país y en el exterior.
Aunque la industria farmacéutica mundial es la que más invierte en investigaciones en comparación con cualquier otra, destina montos superiores al marketing y las promociones.
Son demasiado conocidas las advertencias de que muchas veces los remedios son mal utilizados, tanto para prevenir como para curar, y hasta provocan mayores perjuicios para la salud y costosos tratamientos posteriores. Demasiada gente se automedica -tres de cada cuatro habitantes con algo que no necesita- o no continúa con el consumo de lo recetado, sobre todo para enfermedades crónicas (como las cardiovasculares y las contagiosas). Y eso que durante el gobierno de Néstor Kirchner se implantó el plan "Remediar" para proveer de medicamentos gratuitos a más de 15 millones de personas desde centros de atención primaria de la salud.
En noviembre pasado Roberto Parrilli, titular del Juzgado en lo Civil 37, resolvió que sólo los pacientes pueden elegir las marcas de los medicamentos que necesiten, de manera que no corresponde que lo hagan sus obras sociales o las empresas de medicina privada.
La normativa sobre publicidad de medicamentos se encuentra vigente desde el 2005 pero no se modificaron los controles, sobre todo de avisos emitidos en medios masivos, especialmente la televisión. Mayormente incitan a consumirlos, como si eso no fuera riesgoso, cuando son antigripales, aspirinas, hepáticos, antiácidos y vitaminas, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció falsificaciones en antibióticos y medicamentos contra la tuberculosis, HIV/sida y meningitis, cuya principal procedencia sería China. En tanto, la Confederación Farmacéutica Argentina, con 20.000 asociados en todo el país, sostuvo el año pa
sado que el 20% de los productos que se consumen puede adquirirse fuera de las farmacias. Los lugares pueden ser quioscos, supermercados, estaciones de servicio, verdulerías, gimnasios y hasta hoteles alojamiento, que están fuera de la competencia de la ANMAT. Y, por si esto no fuera suficiente, el Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal (Cofab) denunció que son falsos dos de cada diez productos que se venden en la ciudad.
Los medicamentos robados de camiones que los transportan, droguerías y farmacias tienen circuitos de reventa, incluso en ciertas droguerías y farmacias, mediante facturas "truchas". La Cofab estimó que proviene de esos delitos el 10% de lo que se comercializa en la Capital Federal y que lo más grave es que a veces los productos originales se rebajan o son cambiados de envases, al igual que las fechas de los vencimientos.
El balance comercial aún muestra saldo negativo
BUENOS AIRES.- "Impulsar la exportación de medicamentos" fue uno de los compromisos iniciales de Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, convencido de que "se está abriendo un mercado importante para los genéricos biotecnológicos" al estar cayendo "las patentes de una cantidad de proteínas que pueden pasar a producirse ahora como genéricos".
Para vender al exterior dijo que "tenemos que hacerlo bajo normas de calidad, lo que implica una inversión importante de adaptación de las plantas". Desde la cartera a su cargo, Barañao tratará de mantener "una participación activa para que los laboratorios nacionales puedan cumplir con esa normativa no sólo para la exportación sino también para la producción local", teniendo en cuenta que "la Argentina tiene en cada área recursos humanos y ventajas competitivas para hacer un desarrollo farmacológico".
El balance comercial del mercado de medicamentos aún muestra un saldo negativo importante en términos de valores, pero mejoró en cuanto a cantidades. La Argentina sigue lejos de las principales naciones exportadoras, como Bélgica, Alemania, Reino Unido, Francia, Suiza, Estados Unidos e Irlanda, y en América Latina se ubicó detrás de México y Brasil. Sus operaciones aportaron 851,6 millones de dólares durante el 2007, lo que representó una mejora del 32,7% respecto del 2006, cuando llegaron a 641,9 millones. Datos anteriores consignaron que el 93% de las mismas correspondió a medicamentos terminados y vacunas y que de las veinte principales empresas que incursionaron en el extranjero doce eran multinacionales y ocho, argentinas.
Los principales destinos fueron América Latina (Brasil, Chile, Venezuela, México, Uruguay y Colombia) y el sudeste asiático y, como hubo dificultades para ingresar a Estados Unidos y la Unión Europea (UE) -en este último caso hasta comienzos de año- por requerimientos para las patentes y las certificaciones y registros, se buscó abrir mercados no tradicionales.
Cuando las exportaciones cayeron a 495,8 millones de pesos en el 2005, la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA) reclamó un aumento de los reintegros y la modificación del Código Aduanero para eliminar barreras. Las expectativas apuntaban a que esa tendencia se modificaría por las perspectivas de incrementar las operaciones por "la competitividad y la calidad" de la industria. Paulatinamente ascendieron a 641,9 millones en el 2006 y a los consignados 851,6 millones en el 2007.
Programa del Ministerio de Salud
BUENOS AIRES.- Laboratorios que integran organismos nacionales, provinciales y municipales, universidades y centros científicos del país pueden ayudar a reducir los precios de una amplia gama de remedios. Mediante las compras comunitarias de equipamiento e insumos tal vez podrían abaratarse los costos finales en un 50%, sin olvidar que de facilitarse los intercambios entre los laboratorios las producciones resultarían más eficientes.
La "Red de laboratorios de producción pública de medicamentos y vacunas" (PPMV) recibió en el 2006 el apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), de la cátedra libre de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Medicina de la UBA y del "Programa especial de salud" de la entonces Secretaría de Ciencia y Tecnología (Secyt). Los generadores del proyecto se propusieron "crear, a través de una alianza entre el sector científico-tecnológico y los administradores de las políticas públicas, las condiciones necesarias para alcanzar algunos objetivos, como hacer más eficiente la actividad de los laboratorios estatales de producción, mejorar la calidad y los controles, aportar a la construcción de un sistema de producción pública estrechamente articulado con el sector científico, particularmente universidades y centros de innovación y desarrollo y contribuir al desarrollo económico, social, científico y tecnológico de las diferentes regiones del país". Brasil fue citado como "contracara de nuestra realidad", por la experiencia de Farmanguinhos/Fiocruz, que nucleó ocho centros y conformó un aglomerado productivo dedicado a medicamentos básicos esenciales que hasta actuó como regulador del mercado.
La posibilidad de aunar esfuerzos, estimular las inversiones en investigaciones y desarrollar medicamentos resurgió el 15 de setiembre pasado por iniciativa del "Programa especial de salud" de la Dirección Nacional de Programas y Proyectos Especiales de la entonces Secretaría de Ciencia y Técnica e Innovación Productiva (Secyt). Daniel Gollan, coordinador del área, presentó al Fondo Tecnológico Argentino (Fontar) -dependiente de la misma secretaría- la idea-proyecto de la "Red de laboratorios estatales de medicamentos y su articulación con el sector científico-tecnológico". De la presentación participaron diez laboratorios y el INTI, que se comprometió a asesorar en diferentes áreas.
Recién el 9 de abril último por la resolución 286/2008, firmada por Graciela Ocaña, ministra de Salud de la Nación, se creó el "Programa para la producción pública de medicamentos, vacunas y productos médicos". En la Argentina hay 37 laboratorios estatales, cuya participación en el mercado es del 8%, de manera que el 92% restante corresponde a los privados.
En la resolución, la ministra subrayó que:
" "La crisis económica vivida en el país en los años 2000/2001 ha impactado en la economía general, pero muy especialmente en la producción, distribución y acceso de medicamentos y productos médicos".
" "Las acciones promovidas en años posteriores han dado impulso a políticas tendientes a disminuir la inaccesibilidad, la iniquidad y el desabastecimiento de estos productos".
" "Tal situación, si bien ha sido morigerada sustantivamente, merece acciones directas, de tipo estructural y que tiendan a ofrecer soluciones sustentables temporal y políticamente".
" "Como corolario de las medidas impulsadas, corresponde dar un marco estratégico adecuado y formal a la producción pública de medicamentos y productos médicos", ya que "resultan ser un bien de carácter social que contribuye, sin duda, a la mejora general de la salud".
En el ministerio indicaron que el programa -por solventarse con partidas del presupuesto nacional 2008- tendrá a su cargo bajo la dependencia directa de la ministra:
" "Relevar las necesidades de medicamentos a nivel nacional, manteniendo un registro de los laboratorios productores y llevando adelante las actividades de coordinación entre los múltiples actores involucrados".
" "Establecer las líneas productivas de mayor impacto".
" "Censar y registrar los laboratorios de producción pública de medicamentos".
" "Coordinar con la autoridad competente la actualización de las normas y condiciones de aplicación".
" "Definir líneas estratégicas".
" "Establecer vínculos interministeriales para la mejora de los índices de producción e intercambio de conocimientos y herramientas adecuadas para evitar la superposición de producciones".
" "Facilitar herramientas de gestión, a los fines de posibilitar una mejor utilización de los recursos disponibles en cada ámbito".
El Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología, que trabaja en el tema desde el primer momento, opinó que dicha resolución es "muy importante" porque:
" "Define el medicamento y los productos médicos como un bien social".
" "Deja establecido que la inaccesibilidad, la iniquidad y el desabastecimiento de medicamentos y productos médicos, aunque menor que en épocas anteriores, merece un tratamiento estructural que tienda a ofrecer soluciones sustentables".
" "Plantea la magnitud del problema y manifiesta que corresponde dar un marco estratégico adecuado y formal".
" El programa "ya tiene fondos asignados".
MIGUEL ÁNGEL FUKS