El presidente del Banco Mundial declaró el miércoles que la actual turbulencia financiera global plantea el reto de construir un nuevo tipo de globalización que ofrezca más fuentes de crecimiento y mejoras en la cooperación multilateral. Robert B. Zoellick dijo que ese cambio hacia lo que califica de una globalización más "inclusiva y sostenible'' debe poner a los países en una mejor posición frente a choques y recesiones.
"La diferencia más notable entre este período de intranquilidad financiera y los del pasado es el comportamiento de los países en desarrollo y los desarrollados'', afirmó en el Centro para el Desarrollo Global, de Washington, en una conferencia sobre el momento financiero actual.
"No sólo ha cambiado el epicentro del sismo sino que los temblores han remecido mercados de distinta manera", señaló. Dijo que aun cuando los países en desarrollo estaban dando "lecciones de buen manejo económico en tiempos de bonanza" no se podría decir que han quedado exentos de remezones.
Hizo notar que China, India, Brasil y otros se han vuelto "polos alternativos de crecimiento para la economía mundial" y deben ser vistos no como parte de un fenómeno de desconexión con los mercados del pasado sino como una "agradable diversificación" de las fuentes de crecimiento.
"Más de la mitad del crecimiento de la demanda global por importaciones se está originando ahora en los países en desarrollo -dijo-. Ello genera oportunidades de exportación para las economías en desarrollo tanto como para las desarrolladas".
Zoellick, economista estadounidense que ha sido el principal negociador comercial internacional del presidente George W. Bush hasta hace dos años, dijo que hay "cuatro necesidades inmediatas" en las cuales debe fijarse el mundo como puntos de partida de oportunidades de largo plazo.
La primera -dijo- son los altos precios de los alimentos, que exigen un "nuevo trato" de política global alimentaria; la segunda es la necesidad de bajar los precios de los alimentos para los pobres; la tercera, el lanzamiento de una iniciativa de transparencia en las industrias extractivas y la cuarta, un movimiento global para el desarrollo de las economías africanas.
En el caso africano, Zoellick propuso "la solución del 1%", es decir, una inversión en África de ese porcentaje de los fondos de soberanía que llegan actualmente a un estimado de tres billones de dólares en bienes y que convertiría ese continente en un "polo complementario de desarrollo" para dentro de 10 a 15 años. "El Banco Mundial puede crear plataformas de inversiones de valores para atraer inversionistas -dijo-. La disponibilidad del 1% de sus bienes podría generar 30.000 millones de dólares para el crecimiento, desarrollo y oportunidades en África.
"Los escépticos pueden estar moviendo sus cabezas -agregó-, pero consideremos las incertidumbres de China e India en 1993... que ahora se han vuelto motores, aun con problemas complejos y difíciles, pero que nadie negaría que son motores de desarrollo". (AP)
África seguirá creciendo. La economía en África seguirá creciendo este año, aunque no en igual medida en todos los países, señala un reciente informe de Naciones Unidas.
La Comisión de Naciones Unidas para África prevé un crecimiento del 6,1% para el continente, lo que significa una expansión mayor a la del 2007 (del 5,8%).
A pesar de la desaceleración económica mundial, la demanda de insumos africanos es sostenida. Además, algunos países del continente continuarían exportando grandes cantidades de petróleo. La economía africana se vio además beneficiada por el desarrollo positivo del turismo y la agricultura.
Sin embargo no todo el continente se benefició con el impulso, señaló el informe: Somalia, Zimbabue y Chad sufrieron una retracción en sus economías, mientras que Angola, Sudán, Guinea Ecuatorial, Liberia y Etiopía registraron crecimientos mayores al 9,5%. (DPA)