BUENOS AIRES (ABA).- Diversos economistas coincidieron en advertir sobre que la grave crisis financiera internacional, y particularmente la situación de Estados Unidos, tendrá una indudable incidencia en la economía argentina, afectará los niveles de inversión y provocará un mayor aumento de precios.
Así lo comentaron a "Río Negro Económico" diversos especialistas, quienes destacaron como nudo central que el grado de profundización de la crisis que afecta a los mercados internacionales -y en particular a Estados Unidos- aún no se sabe qué alcances puede tener.
Sobre este punto en particular, Raúl Ochoa, consultor externo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señaló que "tal como se está presentando el cuadro de situación, esto puede tener un considerable efecto sobre el nivel de precios, al margen de los condimentos locales que incrementan la inflación. Aquí puede haber aumentos de determinados precios, aunque en el caso de algunos commodities se ha registrado una baja en los últimos días", subrayó el ejecutivo.
Asimismo, consideró que la crisis financiera provocará un freno importante en la evolución de las inversiones en el país, las que al cierre del año pasado alcanzaron al 22% del Producto Bruto Interno.
"Está claro que la Argentina no está en el mundo de lo que interesa y eso afecta la inversión; la crisis va a tener efectos financieros y comerciales. En el caso financiero, la Argentina no está tan expuesta como en la década del noventa, pero igual hay una fuerte suba del riesgo país y, en lo comercial, podría haber una disminución en la exportación de ciertos productos", agregó Ochoa.
Por su parte, el economista Eduardo Curia puntualizó que, para evaluar los efectos reales de la crisis financiera del exterior, "habrá que ver hasta dónde llega esta situación. Si la situación queda tal como está ahora y no se profundiza, creo que los efectos serán leves. Ahora, si continúa la problemática de los bancos en Estados Unidos, si continúa agravándose la desconfianza, bueno... allí se empezarían a observar consecuencias más graves, como una fuerte disminución del ritmo de las inversiones o de las ventas externas de lo que producimos localmente", expresó Curia.
El economista resaltó que "hay que ser prudente, porque en concreto aún no hay elementos de esta crisis externa que tengan una elevada incidencia en nuestro país. Considero que se está observando una cierta incidencia sobre el riesgo país, que está más elevado pero que no llega a ser tan preocupante, o bien puede afectar la evolución de determinadas empresas extranjeras", aseguró el economista.
Por su parte, el ex secretario de Hacienda Manuel Solanet coincidió sorpresivamente con Curia al considerar que aún "no se sabe cuál es el final de la crisis, sobre todo en cuanto a la situación financiera de Estados Unidos y Europa. Los gobiernos de los países desarrollados adoptaron medidas para apoyar la liquidez y considero que esto tendría que apaciguar el nivel de la crisis", resaltó.
A su vez, Solanet se mostró pesimista con respecto a la influencia que empieza a ejercer esta situación sobre los países emergentes y particularmente sobre la Argentina, al advertir que "me temo que hay que seguir muy de cerca el precio de algunos commodities que en los últimos días han registrado una fuerte baja en su cotización, como es el caso de la soja. Además -agregó el ex funcionario-, creo que el gobierno ha adoptado en los últimos tiempos medidas inapropiadas y eso puede influir muy negativamente sobre la economía argentina", concluyó.