El Índice de Precios de Consumo (IPC) chino continúa con su meteórica escalada y ascendió en febrero un 8,7% interanual, la cifra más alta registrada desde mayo de 1996, cuando se situó en el 8,9%.
El dato está muy por encima de las cifras de enero, cuando el IPC se situó en el 7,1%, y supera algunas de las predicciones más pesimistas.
Desde la agencia oficial Xinhua se ha explicado la suba por el aumento de los precios de la canasta de la compra (culpable del 80% de la subida) y las compras por el Año Nuevo Lunar, durante las cuales se suelen encarecer los precios, así como por las nevadas que sufrió la mitad sur del país entre enero y febrero.
Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, las nevadas destruyeron un total de 7 millones de hectáreas de cultivos y causaron la muerte de 14,4 millones de aves de granja, 874.000 cerdos, 85.000 vacas y 459.000 ovejas.
Así los alimentos, que representan la tercera parte de los productos contabilizados en el índice, se encarecieron el mes pasado un 23,3%, aunque algunos registraron aumentos mucho mayores, como la carne de cerdo (subió un 63,4%) o el aceite (46%). Mientras, el IPC de los productos no alimentarios tan sólo se incrementó, según los datos oficiales, un 1,6% respecto de febrero del 2007.