Dominique Maciet es el director general de Renault Argentina. Hace unos días visitó nuestra región para tener un contacto directo con el mercado local. Considera que la inversión es clave para aumentar la competitividad y manifestó su preocupación por la inflación. En diálogo con “Río Negro Económico” expuso los planes de la empresa y su visión sobre la evolución del sector.
–¿Cómo fue el 2007 para Renault?
–Ha sido un año excelente: hemos vendido 67.000 autos y estamos creciendo en relación con el 2006. También aumentamos nuestra productividad; al inicio del año hacíamos 270 vehículos por día en un solo turno de fabricación y terminamos el año con una producción de 330. A partir de abril de este año vamos a empezar a trabajar en dos turnos. Tuvimos un 2007 muy bueno y anticipamos un 2008 tan bueno o mejor que el anterior.
–¿Qué porcentaje de lo producido en Argentina se exporta?
–Aproximadamente el 28%. Tenemos ambiciones mayores; desde diciembre del 2007 estamos produciendo el Clío para toda la región. También reforzamos las exportación del Kangoo. Con la producción del nuevo modelo que saldrá en diciembre de este año, en el 2009 llegaremos a exportar casi la mitad de la producción.
–¿Cuál es el plan de inversiones para el 2008?
–De aproximadamente 200 millones de pesos para el nuevo modelo, a lo que se agregarán 20 a 30 millones para la fase 2 del Kangoo.
–¿Qué impacto tendrán las inversiones en términos de generación de puestos de trabajo?
–En Córdoba se van a generar 400 puestos de trabajo directos y 800 indirectos, a través de nuestros proveedores.
–¿Ve posibilidades de que la crisis financiera internacional limite el crédito y, en consecuencia, las ventas?
–La crisis financiera que tuvo su primer impacto en Estados Unidos está exportándose a Europa, Asia y América del Sur. Si los precios internacionales de los commodities se mantienen, lo cual es probable considerando que existe una necesidad mundial de consumo, Argentina sería menos afectada que otros países, pero siempre hay un riesgo y nosotros nos preparamos para ese tipo de riesgo.
–¿Qué escenario consideran para el 2008?
–Pensamos que el mercado será de 550.000 a 600.000 autos, un poco por encima de lo que crecimos en el 2007, que ha sido un año excepcional. Tal vez la crisis puede impactar reduciendo la velocidad de este crecimiento, pero no vamos hacia una recesión del mercado automotriz.
–¿Qué falta para aumentar la competitividad del sector automotriz en la Argentina?
–Desde el lado de las terminales estamos haciendo las inversiones y ganando competitividad gracias a ellas. Del otro lado, para continuar ganando competitividad tenemos que tener a nuestros proveedores desarrollándose y haciendo nuevas inversiones, capacitándose.
–¿Qué mercados tienen un potencial aún no aprovechado?
–No hemos explotado todavía las exportaciones a México, Colombia y Venezuela. Empezamos a exportar el Kangoo, pero no lo suficiente. Está previsto exportar el 50% de la producción del nuevo modelo a esos países.
–¿Cómo ve la evolución de la economía argentina en general?
–En seis años se ha recuperado totalmente, superando la crisis del 2002. Las finanzas públicas están saneadas, se ha encaminado el problema de la deuda pública. La única cosa que hoy en día hay que enfrentar –porque puede ser un problema de mediano plazo– es la inflación. Estamos todos preocupados por los niveles actuales y esperamos que a través de las medidas que se tomen se la disminuya a niveles más acordes con los índices de nuestra región.

PERFIL

Dominique Maciet nació en Francia hace 57 años. Trabaja para Renault desde hace 35, 6 años en Francia y el resto en el exterior. Pasó por las áreas industrial, informática, financiera y comercial. Desde hace dos años es el número 1 de la empresa en nuestro país.
Es casado –su esposa es colombiana– y tiene cinco hijos, la mayor de 35 años y la menor, de 18. Como actividad física elige caminar y la bicicleta fija; también le gusta nadar y jugar al golf. En cuanto a lecturas, se inclina por manuales de política y economía y por García Márquez: ha leído todos sus libros. Le gusta Borges –“aunque es un poco complicado”, confiesa–. Y trata de leer en español, para practicar el idioma.