PARÍS (AFP).- El grupo petrolero francés Total obtuvo en el 2007 importantes beneficios gracias al aumento de la cotización del petróleo y se diferenció de sus competidores por un incremento de la producción, la única forma –según la compañía– de responder a la demanda y calmar los precios. El año pasado el grupo obtuvo un beneficio neto ajustado, cifra de referencia del sector, de 12.203 millones de euros (17.695 millones de dólares), lo cual representa una reducción del 3% con respecto al record obtenido en el 2006.
Total se vio castigado por la debilidad del dólar, ya que el grupo francés gasta en euros pero vende su petróleo en billete verde. Este beneficio sigue siendo, sin embargo, el mayor registrado en el 2007 por una compañía francesa. “Son los mejores resultados entre los mejores”, se felicitó el director general de Total, Christophe de Margerie.
Al igual que sus competidores, Total aprovechó el alto precio del petróleo, que llegó a 100 dólares por barril en enero.
Pero el cuarto grupo petrolero mundial –junto al estadounidense Chevron– se distinguió de sus competidores aumentando su producción en un 1,5% hasta llegar a 2,391 millones de barriles por día, mientras todos sus competidores acusaron una reducción de su oferta.
El aumento de la producción se mantendrá de forma “significativa” en el 2008, incluso con un barril a 80 dólares, gracias a proyectos en Angola u Oriente Medio y a las ventas de gas natural licuado, según Total.
Aumentar la producción es esencial para responder a una demanda creciente de energía y para poner un límite a la escalada de los precios. “Lo que falta en el mercado son capacidades de producción. No es un problema de reservas”, subrayó el responsable de Total, que prevé subir en un 19% sus inversiones en el 2008 hasta llegar a 19.000 millones de dólares.
“Los precios del petróleo seguirán siendo elevados” y “no resolveremos el problema subiendo el precio de la gasolina” sino “produciendo más energía”, explicó Margerie. Sus declaraciones coinciden con una ola de insatisfacción en Francia, donde organizaciones de defensa de los consumidores protestan por el encarecimiento de los combustibles, una situación que los ciudadanos atribuyen a la política comercial de Total. Pero, según Margerie, Total ha “cumplido su promesa” de moderar el alza del precio de los combustibles, tal y como se comprometió el pasado noviembre.