Con marcas históricas, mezcladas con períodos de recelo e incertidumbre, en el 2007 retornó la volatilidad al mundo financiero, pero las bolsas deberían reencontrar un poco de estabilidad en el 2008, disipada la crisis crediticia en Estados Unidos, según analistas. Tras la verdadera euforia del 2006, "el 2007 no fue tan fuerte, pero aun así los mercados progresaron", estima John Silvia, economista del banco Wachovia, a pesar del bloque de plomo que cayó sobre el mercado en el segundo semestre por la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo ("subprime").
El año pasado, el índice Standard and Poor's (SP) Global 1200, compuesto por los principales valores de las 29 bolsas más importantes del planeta, avanzó alrededor del 11%, contra una subida del 19% en el 2006.
El índice estrella de Wall Street, el Dow Jones, que había franqueado en menos de tres meses la barrera de los 13.000 puntos y después la de los 14.000, creció cerca del 9%.
En las principales plazas europeas, la tendencia es más moderada, excepto en Francfurt (más del 20%). A pesar de un período de records en el segundo trimestre, París y Londres bien o mal su
bieron entre el 3 y el 5%.
Las bolsas asiáticas concentraron el entusiasmo de los inversionistas (subiendo cerca de 100% en Shanghai y más de 40% en Hong Kong)... a pesar de un retroceso de alrededor del 7% del Nikkei de Tokio.
"Los mercados han estado en movimiento, a veces brusco", escribió Abby Cohen, de Goldman Sachs, tras un primer golpe a fines de febrero, cuando se temió la explosión de una burbuja especulativa en China.
Pero según Silvia, este retorno de la volatilidad es "probablemente algo bueno", puesto que en los últimos años los inversionistas no tuvieron suficientemente en cuenta los factores de riesgo.
Para Christophe Donay, de Landsbanki Kepler, el 2007 marcó el final de las ganancias con dos cifras de las empresas.
La evolución de las bolsas, que se basa en las ganancias de las empresas, va a depender en el 2008 de la salud de la economía de Estados Unidos, afectada por la crisis financiera, según los analistas.
Con un mercado que ha de oscilar entre una desaceleración económica fuerte en Estados Unidos en el primer semestre y un comienzo de recuperación en el segundo, los analistas creen que la capacidad de crecimiento de las ganancias se ha de ver afectada. En su conjunto, las cotizaciones de las acciones deberían aumentar en promedio del 5 al 10% en los mercados occidentales, según estimaciones de los analistas.
En Europa, el crecimiento de las ganancias de las empresas estará entre el 0 y el 5%, sostiene Donay. Los valores financieros y los del sector de distribución van a ser vulnerables a los efectos latentes de la explosión de la burbuja inmobiliaria, incluso si ésta se extiende hasta mediados del 2008, añade Robert Keiser (Thomson Financial).
Wall Street debe conocer un retorno de la calma en el segundo semestre tras la tempestad del "subprime", según Goldman Sachs, y podría haber un alza bursátil del 13%, debido a la recuperación económica que se espera y a la debilidad del dólar, que debe ser favorable a los títulos orientados a la exportación.
Mientras tanto, la desaceleración de la demanda interna de Japón sugiere una cierta prudencia en relación con ese país, según el Deutsche Bank.
Las bolsas asiáticas y las de los países emergentes deben proseguir su recuperación debido a su escasa dependencia de la coyuntura norteamericana, pero "una desaceleración del crecimiento económico mundial supone correcciones en los mercados que estén demasiado sobrecalentados", advirtió Donay.