La creciente demanda de petróleo de China contribuye a la explosión de los precios mundiales del crudo, pero no es su causa preponderante.
Para los analistas, una oferta insuficiente, las tensiones geopolíticas o la debilidad del dólar, lo que permite que los inversores compren a buen precio, han sido factores más decisivos de la escalada de valores.
"Las necesidades de China tienen un papel, pero no es tan importante como piensan los occidentales", estimó Liu Youcheng, analista de Hongyuan Securities.
"De hecho, varios factores han impulsado los precios, como la inflación que ha subido los precios de los recursos naturales o las necesidades europeas y norteamericanas", subrayó.
En el 2006, el consumo chino alcanzó 7,16 millones de barriles diarios (mbd), mientras que el de Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de energía, fue de 20,69 millones de barriles diarios.
Para Thierry Lefrançois, de Natixis, dentro de un "conjunto de factores que incitan al alza" figuran sobre todo "la oferta, que no se ha ampliado, y la demanda de otros países".
China sólo contribuye a razón de un 25 a un 30% en el suplemento anual de la demanda mundial -medio millón de barriles diarios sobre un total de 1,5 mbd-.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), China, por su excepcional crecimiento económico, será el primer consumidor mundial de petróleo poco después del 2010. Pero por ahora ocupa el segundo puesto, detrás de Estados Unidos, con poco más de 320 millones de toneladas consumidas durante el 2006. Sus requerimientos crecen, pero no de forma exponencial. "Atribuirle la subida de precios es un poco una excusa; los especuladores se aprovechan", subrayó el experto petrolero Alain Sépulchre.