Los precios del petróleo, que por un momento marcaron un record de 100 dólares el barril en el primer día hábil del 2008, probablemente suban más en los próximos cinco años, salvo que el crecimiento económico se vea afectado y se desacelere la demanda energética, algo que hoy es prácticamente improbable.
La decreciente producción en algunos países fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el robusto crecimiento de la demanda liderado por naciones como China y los cuellos de botella en el sector de refinamiento extenderían el avance que arrancó en el 2002.
"El crudo podría subir más desde aquí -dijo Kris Voorspools, analista de Fortis en Bruselas-. Son simplemente los fundamentos de oferta y demanda.
"La demanda está creciendo y creo que hay un problema estructural con el sector de refinación. Hay una fuerte demanda por productos de alta calidad y las refinerías simplemente no están dispuestas a elaborar esa clase de productos", explicó.
"Encontramos difícil contemplar cualquier escenario en el que no se vea que el promedio anual de los precios esté sostenidamente al alza", precisó Kevin Norrish, analista de Barclays Capital en Londres.
"Esto es impulsado por la misma tendencia vigente hasta el momento: la aceleración de las tasas de declive en productores maduros que no integran la OPEP. (...) El crecimiento de la demanda sigue estando estable pese a los altos precios", explicó.
Las restricciones en los suministros de la OPEP ayudaron a que el crudo ganara casi un 58% el año pasado, su mayor ganancia anual en lo que va de esta década. La OPEP, que bombea más de una tercera parte del abastecimiento mundial de crudo, optó por mantener su producción estable en el encuentro que sostuvo en diciembre, en lugar de elevarla con el fin de enfriar los precios, como lo pidieron muchas naciones consumidoras.
El debilitamiento del dólar, las tensiones políticas en Oriente Medio y el creciente apetito por parte de los inversores financieros también alimentaron la escalada del petróleo.
Hasta ahora la economía mundial ha lidiado con el implacable avance de los precios, pero otros en la industria dicen que aún está por verse si el más reciente avance frenará el crecimiento y erosionará la demanda. "Hay razones para ambas posibilidades," afirmó Nauman Barakat, vicepresidente de Macquarie Futures USA, al ser consultado sobre la dirección que tomarían los precios en los próximos tres a cinco años.
"Los precios podrían subir mucho más por la persistente fuerte demanda de Brasil, India y China, pero por otro lado podrían bajar bastante porque esta clase de niveles elevados podría causar una recesión global", agregó. No obstante, la mayoría de los pronósticos apunta a que la demanda continuará creciendo.
En su informe anual sobre el panorama energético divulgado en noviembre, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) mantuvo su pronóstico de un crecimiento anual del 1,3% en la demanda petrolera hasta el 2030, pese a que elevó las previsiones para los precios.
La agencia, asesora de 27 países industrializados, también dijo que no podía descartarse una escasez de suministro en el período hasta el 2015, lo que causaría una abrupta alza de los precios. (Reuters)