IPE Neuquén es una empresa de ingeniería y obras electromecánicas con una trayectoria de 15 años en el mercado regional. Se enfoca a la instalación de estaciones transformadoras de alta, media y baja tensión, obras de infraestructura industrial, fabricación de tableros eléctricos y obras eléctricas en edificios especiales, entre otras actividades. Cuenta con 200 empleados, aunque en los picos de actividad llegó a tener más de 300. Sus principales clientes son petroleras, seguidas por constructoras y empresas de energía."Río Negro Económico" dialogó con el ingeniero Fernando Frank, presidente de IPE Neuquén, sobre la realidad y las perspectivas de las empresas de servicios petroleros.
-¿Cómo evaluaría el nivel de actividad del 2007 con respecto al 2006?
-En el caso particular de IPE, en el 2007 prácticamente duplicamos el nivel del año anterior.
-¿Y cuál fue el comportamiento de la rentabilidad?
-Si bien todavía no contamos con índices ajustados, la rentabilidad en términos porcentuales ha disminuido, básicamente por el aumento de costos de mano de obra no previstos en el sector petrolero.
-¿Cómo puede incidir el aumento de las retenciones a las exportaciones de crudo en el nivel de actividad?
-En nuestro caso, por brindar servicios que dependen de la necesidad de producir, la cual está totalmente planificada, no creo que el aumento en las retenciones incida negativamente, aunque el hecho de que no haya afectado al sector en el que se desenvuelve nuestra empresa no quiere decir que ocurra lo mismo en la actividad exploratoria.
-¿Considera que la relación con el sindicato petrolero es la adecuada?
-Actualmente la relación es buena y cordial; la conducción del gremio está en buenas manos. Los empresarios tenemos muy en claro que para Guillermo Pereyra están siempre primero los trabajadores petroleros, a quienes representa y defiende con mucha profesionalidad. Por eso debo destacar que el sindicato petrolero bajo su conducción privilegia el diálogo como instrumento fundamental en la solución de las reivindicaciones laborales.
-¿Cómo afectaría a la actividad la quita de la concesión de Loma de la Lata a YPF?
-Creo que esto no debería ocurrir y ambas partes, la provincia y Repsol, deben sentarse a negociar la continuidad de la prórroga.
-¿Cuáles son las barreras que deben enfrentar las empresas de servicios petroleros?
-Se debe tener muy en cuenta que las empresas de servicios petroleros cumplen una función muy importante para la producción. Nuestros clientes deben contribuir a mantener la integridad económica y financiera de estas empresas y no dejarlas caer; es fundamental que las acompañen en la faz económica. No debemos descuidar la actualización en seguridad, medio ambiente y calidad. El tema es que esto tiene un costo significativo, que lo tomamos como una inversión pero debe ser reconocido y valorado al adjudicar los trabajos.
-¿Qué panorama vislumbra para este año?
-Debería ser un buen año; hay compras de nuevos yacimientos. La provincia de Río Negro preadjudicó cinco áreas petroleras de la cuenca neuquina, con un compromiso de inversión de 70.000.000 de dólares que, sumados a las ya concesionadas, superan los 200.000.000 de dólares. YPF compró diez equipos de Work Over para la reactivación de pozos, con una inversión de 40.000.000 de dólares. La Petrolera Canadiense Antrim Energy descubrió crudo y gas en el yacimiento Medianera (en la zona de Catriel), donde se proyectan fuertes inversiones.
Por otro lado, el sector minero presenta muy buenas perspectivas. En nuestro caso, por contar con un contrato marco con nuestro principal cliente, Repsol- YPF, desde hace diez años, y teniendo en cuenta los avances que logramos en capacitación -principalmente a través de certificaciones del Plan Evolutivo de IRAM para el Sistema de Gestión Integrada-, estamos posicionados como una empresa altamente confiable para atender los requerimientos de calidad, seguridad y medio ambiente.
