BUENOS AIRES.- En la Confederación General del Trabajo elaboraron un documento -aún sin la aprobación final de los máximos niveles de conducción de la entidad, que podrían modificarlo- para ratificar el apoyo al modelo productivo con generación de empleo e inclusión social implementado durante el gobierno de Néstor Carlos Kirchner. Además, solicitará la implementación de políticas para asegurar que "el crecimiento económico se transforme en desarrollo" y planteará la necesidad de encarar reformas impositivas de matriz progresiva y cambios en el sistema financiero para derivar más recursos a la producción y menos al consumo. Otra cuestión sería la fijación de plazos para que la participación del salario en el Producto Bruto Interno (PBI) sea "al menos" del 50% (Juan Carlos Lascurain, titular de la Unión Industrial Argentina, advirtió que "se puede lograr en varios años o en seis meses, pero hay antecedentes de experiencias que terminaron en forma dramática").
La central obrera recordó que el anterior gobierno mejoró la redistribución del ingreso de los asalariados del 34% del PBI en el 2003 al 41% en el 2006. No dejó pasar la oportunidad de indicar que en 1954, cuando Juan Domingo Perón cumplía su segundo mandato presidencial, dicha participación era del 50,8% y en 1959 cayó al 35%.
Hugo Moyano, secretario general de la CGT, consideró que se podrá arribar a un pacto social y aclaró que "todos estamos haciendo el esfuerzo necesario para eso", pero "no le firmamos un cheque en blanco a nadie". No obstante, se comprometió a "acompañar al gobierno nacional mientras mantenga la política de creación de empleo y recuperación del poder adquisitivo de los salarios, incluso los postergados", sin congelamientos, ni "pisos" ni "techos" en las discusiones en paritarias.
"La CGT actuará con responsabilidad, pero eso no significa que no vaya a reclamar que el salario continúe recuperando su poder adquisitivo", proclamó, a menos de siete meses de cumplir su mandato en la organización y sin dejar de pasar ninguna oportunidad de recordar que fue el mayor sostén de Néstor Carlos Kirchner (por lo cual logró las mejores gratificaciones entre todos los sindicatos). Ahora está enfrentado con el gastronómico Luis Barrionuevo, promotor de la opositora "Mesa sindical peronista", en la que sentó a los "gordos" mercantiles, ferroviarios, trabajadores de la sanidad y lucifuercistas, por un lado, y Gerardo Martínez, el titular de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), por el otro. Este último consiguió que la presidenta asistiera a la inauguración de un hotel de su gremio en Mar del Plata -en un acto en el que expresamente fue excluido el camionero- y con Andrés Rodríguez, secretario general de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), están entre quienes podrían enfrentar a Moyano el 14 de julio de 2008.
Por las dudas, Moyano aseveró que "siempre y cuando tengamos la posibilidad de mantener la coherencia de defender los derechos de los trabajadores, vamos a acompañar pero, si eso no ocurre, estaremos en la vereda de enfrente". Opinó que la inflación "es una realidad y nadie quiere que sea desmedida, pero no nos olvidemos de que cuando había inflación había pérdida de puestos de trabajo, salarios congelados y endeudamiento del país".
