Distorsiones en los  números de Neuquén 

Las variaciones que muestran las cuentas fiscales neuquinas son realmente llamativas.
Según datos consolidados por el gobierno nacional al 30 de junio del corriente año, la administración Sobisch presentaba un superávit en sus cuentas primarias del orden de los 500 millones de pesos, siendo el resultado financiero positivo en algo más de 320 millones.
El nuevo gobierno muestra ahora la otra cara del presupuesto: el déficit primario supera los 330 millones de pesos. ¿Tanta diferencia puede haber entre uno y otro análisis? Los 800 millones de pesos en juego, que surgen de la diferencia de un superávit de 500 millones a un déficit de 300, representan el 25% del total de las erogaciones presupuestadas.
Según muchos analistas, los números reales deben ser una media entre los dos extremos presentados. Pero se trata sólo de especulaciones.
De acuerdo con un reciente informe elaborado por Fundación Mediterránea, los recursos corrientes de la administración neuquina crecieron casi un 30% en el primer semestre, de la mano del aumento de los tres principales recursos: tributarios provinciales (31%), recursos de origen nacional (28%) y las regalías (21%); los tres representan el 92% de los ingresos de la provincia. Por su parte, las erogaciones corrientes se incrementaron en un 13%. La partida de personal fue la que más aumentó (26%), pero hay que tener en cuenta que en el segundo semestre del año la masa salarial creció un 30% más producto de los aumentos dados en Educación y Salud.
Siempre según el informe de Fundación Mediterránea, a diferencia de Río Negro, el resultado global positivo en Neuquén fue superior en los primeros seis meses respecto del 2006.

Según el último informe elaborado por Fundación Mediterránea sobre la base de datos consolidados ante la Nación a setiembre de este año, la provincia de Río Negro registró un ahorro fiscal corriente de 167 millones pesos y un resultado financiero primario de 123 millones. El aumento de los recursos corrientes (22%) en el período en análisis se explica principalmente por el crecimiento de los ingresos de coparticipación (31%) nacional, la suba en la recaudación propia (11%) y, luego, los ingresos por regalías hidrocarburíferas (11%).
Por otro lado, el incremento de los gastos corrientes fue superior, principalmente los de personal, que crecieron un 30% en los primeros nueve meses del año.
Tanto recursos como gastos de capital disminuyeron significativamente (49 y 9% respectivamente).
Estas magnitudes posicionan a la provincia en peor situación que en setiembre del 2006, cuando tuvo un resultado global positivo de 89 millones y ahora, menos de la mitad (35 millones de pesos).
Distintos estudios privados detallan que este año las cuentas fiscales rionegrinas cerrarán por primera vez en los últimos cuatro años con un déficit de algo más de 100 millones de pesos. La tendencia para el 2008 es que el mismo se incremente, teniendo en cuenta las presiones salariales existentes. En definitiva, la dependencia provincial de la Nación se incrementará, ya que gran parte del desahogo financiero que pueda lograr la administración de Miguel Saiz en los próximos cuatro años llegará de la mano de los fondos de la administración central.
Difícilmente se puedan producir cambios significativos en la matriz de los ingresos durante este período.