En octubre de este año Saturno Hogar cumplió 30 años de trayectoria y lo festejó inaugurando la sucursal número 30. La empresa, que nació en Cipolletti, cuenta con 600 empleados y es la quinta vendedora de electrodomésticos del país, con un mercado de 1.200.000 habitantes. "Río Negro Económico" entrevistó a Vicente Carabetta, vicepresidente y gerente general de la firma.
¿Cuál es la dinámica del crecimiento del sector?
La media del mercado es del 30% y Saturno está en el 41%, considerando este año con respecto al 2006.
¿Cuáles son las fortalezas de Saturno Hogar?
Su principal esmero por la atención al cliente. Milagros con los precios no hace nadie. Nos destacamos por la buena atención al cliente, los buenos servicios que brindamos... eso es lo que permite fidelizar.
¿Cómo se logra esa fidelización?
En base a un trabajo con el cliente interno nuestro. Si el cliente interno está disconforme tampoco va a atender bien al cliente externo. Además del aspecto monetario debe existir un buen clima laboral.
¿Qué oportunidades presenta el mercado?
Éste es un rubro muy dinámico, siempre hay algo nuevo. Estuve en las dos ferias más importantes del rubro que hay, en Las Vegas e IFA, en Alemania. Las tendencias van hacia las tecnologías de "hight definition", la telefonía celular con video-llamada. El avance es a pasos agigantados.
¿Cómo estamos en relación con el mundo desarrollado?
No estamos tan atrasados, pero venimos rezagados unos 3 ó 4 años. La buena noticia es que es fácil acortar la brecha.
¿Y las amenazas?
No identifico factores de riesgo, salvo los avatares de la crisis de las hipotecas en Estados Unidos. No veo que a corto o mediano plazo pueda pasar algo; hay un contexto de alto consumo mundial. Argentina tiene una oportunidad inmejorable de aprovechar los altos precios de las materias primas.
¿Qué debilidades presenta la empresa?
Están enmarcadas en la falta de recursos humanos en la Patagonia. Si bien es buena la relación habitantes/facturación, tenemos un competidor que es el sector petrolero, que paga muy buenos sueldos y te quita el factor humano, que es escaso. No se encuentran pintores, durleros, y sería importante.
¿Qué importancia le atribuye al factor humano?
Es crucial; agradezco a nuestros colaboradores que día a día ponen todo el esfuerzo. Yo puedo tener buenas ideas pero solo no puedo manejar esto. Valoro el aporte de mis colaboradores directos. Agradezco fundamentalmente a mi padre, que tuvo la inteligencia de saber delegar en mi hermana y en mí. También a mi esposa, que siempre estuvo a mi lado, apoyándome.
¿Cómo vislumbra el escenario económico local?
Mientras la economía siga tirando el mercado seguirá creciendo. Creo que si el gobierno sigue en una política de apertura, no tan neoliberal pero sí de mercado, podemos llevarnos una sorpresa favorable.
¿Hay problemas de abastecimiento?
No son muy grandes, teniendo en cuenta que estamos a 1.200 kilómetros de Dios. Sí tenemos muy buena respuesta de los proveedores.
¿Considera que se dan las condiciones para alentar la inversión?
A veces pienso como un industrial y me planteo: "Si hago una inversión de 10 millones de dólares, por ejemplo, después ¿qué va a pasar? Si hubiera una política
clara que marcara el rumbo, aunque nos cueste, pero que sepamos adónde vamos... pero hoy estamos con Venezuela, mañana con Brasil, luego con Estados Unidos, nos peleamos con España...
Falta mayor certidumbre...
Sí, reglas de juego más claras y que los bancos den los créditos necesarios con plazos a 5 ó 10 años, como se hace en otras partes del mundo.
¿Cómo ve el futuro económico con la nueva presidenta?
Toda nueva etapa genera esperanzas. Mientras se dan las condiciones para aumentar la producción tendría que haber un acuerdo para aumentar el ingreso de productos importados; por ejemplo, de artículos de línea blanca, televisores.
¿Habría que abrir más la economía?
Debe haber un cierto proteccionismo, no como en la época de los '90, que destruyó la industria nacional. Por otro lado, si no se hubieran abierto las importaciones hoy seguiríamos andando en el Renault 12 o el 504.
Pero también el proteccionismo perjudica al consumidor...
Exacto, hay que hacer un mix.
¿Qué se podría hacer desde los municipios y la provincia para fomentar el desarrollo empresario?
Brindar los apoyos que necesitan empresas como la nuestra, que sólo en Neuquén les da trabajo a 300 personas, con todo lo que ello representa. Es necesario un contacto más frecuente con el empresariado.
¿Y en el aspecto impositivo?
A veces siento que los impuestos caen en saco roto. Se pueden hacer desgravaciones tributarias, sobre lo que se destine a la reinversión. Así se generan nuevas fuentes de trabajo.
¿Los próximos planes?
Estamos en una etapa de reestructuración societaria, vamos a ser una de las pocas empresas del sur o la única en ser auditadas por la firma Deloitte, lo que nos posiciona de otra manera. Siempre hay que profesionalizarse y seguir creciendo: la proyección es llegar a las 50 sucursales en el 2010.
“Hacer lo que te gusta es impagable”
–¿Cómo entiende la responsabilidad empresaria?
–Hay que trabajar socialmente con hechos concretos. Los otros días, ante el faltante de agua en Picún Leufú, decidimos enviar 20.000 litros de agua; quizá no sirva para mucho, pero entendimos que había que hacer una contribución.
–¿Cuáles son las claves de la competitividad?
–En parte, el trabajo con nuestro cliente interno y la rápida respuesta al cliente externo. Tenemos una agilidad en la gestión que nos permite reaccionar ante los avatares del contexto.
–¿Cuáles deberían ser las tareas del CEO o gerente general?
–Una buena gerencia requiere manejar un buen tablero de comando. Me gusta estar una hora por día pensando porque siempre se te pueden ocurrir cosas nuevas.
–Salir de lo cotidiano y urgente...
–En lo cotidiano no estoy, éste es un negocio con un gran componente financiero y estoy muy abocado a eso, delego lo que es gerencia de compras y gerencia comercial.
–¿Qué criterios le sirvieron para tomar decisiones acertadas?
–Creo que hay que leer, escuchar; tenemos muy buenos asesores, dos o tres veces por año nos juntamos con Melconian y Santángelo, nos fuimos profesionalizando. Tenemos reuniones con directivos de los principales bancos.
–¿Y qué más?
–El alma comercial que uno lleva adentro. Puedo poner al frente al mejor ministro de Economía y quizá vuelca la empresa, hay cosas que son innatas.
–¿Cuáles son las satisfacciones que encontró en ser empresario?
–Lo mejor que te puede pasar es hacer lo que te gusta. Cuando te levantás y pensás que vas a un lugar a donde te gusta ir, eso es impagable. Y los desafíos que tiene la actividad empresarial.
