Los números son claros y las diferencias, importantes.
El gobierno prevé recaudar un 31% más con los Derechos de Exportación (DE) un 15% más en el agregado, al igual que en los otros dos gravámenes importantes por su capacidad de recaudación: el Impuesto a las Ganancias y el IVA.
El capítulo DE del proyecto de presupuesto 2008 genera preocupación en aquellos sectores que generan y soportan la carga de este impuesto en particular, la actividad primaria y la agroindustria, en primer lugar porque implica la preservación de los DE en el tiempo, y no sólo para el año entrante sino también para el 2009 y el 2010. Pero lo que más inquieta seguramente es el salto previsto en la recaudación y el hecho de que éstos se harían más importantes dentro de la estructura de financiamiento del Estado.
El razonamiento es simple. Si resulta complejo ir hacia un esquema de reducción de este impuesto en la actualidad, más difícil será en el futuro, cuando sean aún más importantes que en la actualidad para las arcas del Fisco.
Con respecto al salto esperado en la recaudación, la preocupación reside en que parece muy poco probable que los DE puedan responder en la magnitud esperada sin cambios en las tasas legales, es decir, sin aumento en la presión tributaria.
Para entender esto último es importante advertir que los recursos que provienen de los DE pueden aumentar por dos vías, ya sea porque crece la base imponible del impuesto y/o porque lo hacen las tasas legales.
La base imponible, medida en pesos, depende de a) el valor del dólar, b) los precios de exportación y c) los volúmenes exportados.
¿Qué está previendo el gobierno en el propio proyecto de presupuesto respecto de estas tres variables? A saber, que el dólar se deprecie un 2,9%, pasando de 3,11 a 3,21 pesos; que los precios de exportación crezcan un 4% y que los volúmenes exportados suban un 7%.
Según esta previsión, la base imponible en pesos de los DE crecería un 14% aproximadamente, bastante por debajo del 31% de aumento de recaudación esperado. Es decir: haría falta una ayuda por parte de las tasas legales, un incremento.
Ahora bien, debe reconocerse que en el ejercicio anterior se han considerado variaciones promedios de precios y volúmenes de exportación, lo cual no es del todo correcto debido a que los DE gravan los productos de exportación a diferentes tasas y puede suceder que el gobierno esté previendo que los productos más gravados tengan un contexto, en materia de precios y volúmenes, más favorable que el promedio antes referido. Resulta necesario, entonces, analizar con más detalle lo que puede suceder con los dos sectores que sostienen los DE en la Argentina, es decir, el sector de combustibles y energía y, más importante aún, la producción de granos y sus derivados.
Las exportaciones de combustibles y energía, que generan entre un 20 y un 30% de los DE (la incidencia ha variado en los últimos años), no han tenido un buen año en lo que va del 2007; de hecho, han disminuido en términos interanuales, tanto por caídas en los volúmenes como en los precios de exportación. Cuál va a ser el precio internacional
del petróleo el año entrante es toda una incógnita y también la política interna hacia el sector. Pase lo que pase, puede decirse que un escenario de crecimiento de precios y volúmenes de exportación de combustibles como el que prevé el gobierno a nivel agregado (4 y 7%) es al menos optimista en función de la situación actual y la tendencia de los últimos años, particularmente en materia de producción interna de petróleo. Parece poco probable una expansión de la base imponible del sector combustibles y energía y menos aún una gran expansión.
Queda entonces el otro gran proveedor de recursos, el agro y la agroindustria, que genera entre el 60 y el 70% de los DE. En este caso sí es probable que los precios y los volúmenes exportados, si todo marcha como se espera, aumenten por encima de la previsión para el agregado, aunque tampoco en la magnitud necesaria como para hacer crecer la recaudación de DE en un 31%. En efecto: de acuerdo con estimaciones propias, basadas en precios futuros y proyecciones para la campaña agrícola 2007/2008, tanto en materia de producción como de exportaciones locales el aporte del campo y la agroindustria, a las tasas actuales, podría crecer entre un 18 y un 20% y hasta un 21/23%, incorporando la depreciación esperada del tipo de cambio. Nótese que, de confirmarse estas estimaciones, tampoco llega este sector al 31% esperado por el gobierno.
En síntesis: el gobierno espera recaudar un 31% más de DE en el 2008. Los números indican que es poco probable que pueda hacerlo sin modificar las tasas legales, es decir, sin subir la presión tributaria.
El sector combustibles y energía no pasa por un buen momento sus exportaciones están cayendo este año y no parece razonable esperar que sea éste el que realice el mayor aporte que prevé el gobierno. La actividad agropecuaria y agroindustrial enfrenta un panorama más favorable, pero no lo suficiente como para poder cumplir con la meta presupuestada a las tasas actuales, de acuerdo con la campaña agrícola que se está previendo y con los precios que anticipan los mercados.
CUATRO COMENTARIOS ADICIONALES
Primero. Parecería haber consenso entre analistas y candidatos presidenciales en que en el 2008 el gobierno debe aumentar su nivel de ahorro. Esto se puede lograr sólo si los recursos tributarios crecen a mayor ritmo que el gasto. Ello implicaría desacelerar el gasto de sus niveles actuales y/o acelerar la recaudación. No está muy claro cuál será el camino que seguirá cada candidato en caso de ser electo; lo que sí debe advertirse es que un aumento en los DE podría ser justificado con este último argumento.
Segundo. En los últimos presupuestos, el gobierno ha tendido a subestimar los ingresos tributarios; ¿sería razonable pensar que en este presupuesto ha seguido una pauta contraria en el caso de los DE y que está pensando en equivocarse por encima y no por debajo?
Tercero. Con respecto a los tiempos, es poco probable que los DE aumenten antes de las elecciones y de que se termine de sembrar la campaña agrícola 2007/2008. En términos de lógica política (y también fiscal), lo más conveniente sería que recién hacia fines de año o comienzos del próximo se hagan los ajustes en las tasas legales de los DE, para así garantizar que los recursos con los que hoy se prevé que efectivamente se contará ingresen en las arcas del Fisco.
Por último, la necesidad de hacer caja lleva a pensar que las alícuotas con más chances de incrementarse son aquellas que pesan sobre productos con capacidad recaudadora, por caso la soja y sus derivados, aunque no debe descartarse tampoco que los ajustes se extiendan hacia otros productos de menor incidencia en las arcas públicas pero de mayor impacto en el precio de la canasta del consumidor local, por caso las carnes y el trigo.
Combustibles, energía y agroindustria sostienen el nivel de financiamiento del Estado, que necesita recaudar más.
La carga impositiva sobre estos sectores no sólo no bajaría sino que se mantendría en niveles crecientes incluso hasta el 2010.
EL DATO
31% Es el nivel de aumento de los DE que pretende aplicar el gobierno para sostener su política fiscal.
JUAN MANUEL GARZON
jgarzon@ieral.org