Luego de haber rozado la barrera de los 80 dólares el pasado martes, el barril de petróleo reacomodó sus valores, pero ello le bastó para dejar atrás su precedente record del 13 de julio de 2006, de 78,40 dólares. Este nivel corresponde a una apreciación del precio del petróleo de más de 12 dólares en Nueva York, casi un 20%, desde mediados de junio. Sin embargo, luego de superar ese nivel los precios comenzaron a replegarse rápidamente, pasando debajo de los 77 dólares. "El nuevo record generó una ola de tomas de beneficios en el mercado, donde muchas personas esperaban la oportunidad de un record para vender", explicó el analista John Kilduff.
El departamento de Energía estadounidense anunció un descenso seis veces mayor que el previsto de los stocks de crudo, que bajaron en 6,5 millones de barriles la semana finalizada el 27 de julio. Paralelamente, el ritmo de producción de las refinerías se aceleró más que lo esperado, al 93,6% de su capacidad. Luego de inquietarse durante varias semanas por el estado de las reservas de gasolina estadounidenses en el período estival de largos viajes en automóvil, la atención de los operadores se concentra ahora en el nivel de los stocks de crudo, por temor a que la oferta no satisfaga la demanda de las refinerías. "Teniendo en cuenta el incremento del ritmo de las refinerías, las tensiones en el mercado del crudo y de la gasolina y la fuerte demanda mundial de combustible pese a los elevados precios, el crudo debería superar los 80 dólares el barril en un futuro no muy lejano", advirtió Bart Melek, analista de BMO Capital Markets.