NEUQUEN (AN).- Con una inversión privada de 23.000.000 de dólares, el próximo 30 comenzarán a pegarse los primeros ladrillos de "Ribera Urbana", un complejo que reunirá un centro comercial, un área cultural y de entretenimientos, un hotel de la red Accor, bloques de oficinas de primer nivel, un apart-tira (unidades residenciales con formato de apart-hotel) y un polo gastronómico.
Esta obra, que marcará el lanzamiento urbanístico del Paseo de la Costa, implica un negocio inmobiliario no menor a los 35.000.000 de dólares.
El plazo de finalización de todo el complejo es de 48 meses, aunque en la mitad de tiempo se deberá concluir el primer frente arquitectónico con oficinas y locales comerciales en un borde de 200 metros paralelo al Limay.
La desarrolladora argentina GyD Developers con sedes en Miami y Orlando (Estados Unidos), Punta del Este (Uruguay) y Buenos Aires (Argentina) apostó a este desafío tentada por Fabio de Marco y Roberto Converti, arquitectos y autores del máster plan que implantó un modelo público-privado y de amplio consenso social para el desarrollo del Paseo de la Costa.
Precisamente, las características únicas de este plan lo hicieron acreedor, hace unas semanas, de un premio central en el Salón Inmobiliario de Madrid, España.
UN ESPACIO DIFERENTE
"El Paseo de la Costa es el único lugar que hace de Neuquén un espacio diferente", explicó la elección Gabriel Mayo (GyD), quien junto a su socio Daniel Mintzer recorrió de punta a punta la capital neuquina antes de resolver, en función de su experiencia de producir algo de la nada creando nuevas centralidades urbanas en cualquier sitio del mundo.
GyD genera actualmente estructuras empresariales para el desarrollo de negocios inmobiliarios. Esta receta comienza con la definición de un
lugar degradado pero con potencial y prosigue con la contratación del diseño arquitectónico, la convocatoria a inversores, la ejecución de la obra siempre con detalles de categoría y la venta del producto a costos razonables.
A la inversión inicial de 1.500.000 dólares efectivizada en enero para la compra de las tierras situadas al oeste de la isla 132 (434 metros de frente, con una superficie de 27.280 metros cuadrados) se sumarán en estos días otros 5.000.000 para empezar a dar forma al primer centro urbanístico del Paseo de la Costa.
En la línea imaginaria de 200 metros paralela a la costanera se organizarán los locales comerciales (15.000 m2), el centro gastronómico (12.700 m2), los bloques de oficinas (15.000 m2) y el apart-hotel (28.000 m2) que, con 200 unidades residenciales, brindará una nueva oferta de hospedaje en la región, orientada a turistas y empresarios.
A seis meses de esta puesta empezará a desarrollarse el hotel cuatro estrellas, de 126 habitaciones y seis salas de cine, además de las áreas de entretenimiento. La reserva para la circulación pública será de 10.000 metros cuadrados.
La primera fase constructiva es de dos años y la de todo el complejo, de cuatro. Una cláusula contractual con la gerenciadora estatal del Paseo de la Costa (Cordineu) inhibe hasta tanto a GyD de comercializar este mix de servicios.
GRUPO INVERSOR MIXTO
El grupo inversor está constituido por argentinos y extranjeros en una proporción de 70 y 30% respectivamente. No hay apoyo bancario comprometido en este emprendimiento.
La mitad del financiamiento nacional es de origen neuquino, y la mayoría de los profesionales embarcados en este emprendimiento, de la región.
Este proyecto interesó a la red hotelera Accor, que cuenta con más de 4.000 sedes en el mundo, y a la empresa estadounidense ARBA Group INC, que adquirió a GyD en 3.000.000 de dólares el desarrollo constructivo del hotel.
La edificación se implantará en gradiente creciente desde la rambla y desde el punto más interior de la isla 180 metros del borde del aguay a partir de una planta hasta 12 pisos de altura, con vista desde cualquiera de los lados.
La fuente primigenia de financiamiento para la estructura de los servicios de distribución de agua potable y del sistema de desagüe de aguas servidas y pluviales es el millón y medio de dólares proveniente de la venta de los primeros cinco lotes de la isla 132. La política de Cordineu es reinvertir en la isla el producto de la comercialización de las propiedades, con ventas moduladas y a valores crecientes a medida que la isla cotice en alza.