La OPEP advirtió a los países consumidores de petróleo sobre los riesgos de una escasez a largo plazo si continúan desarrollando biocarburantes, una estrategia frente a la cual se muestra escéptica, y que disminuiría las inversiones en la producción de "oro negro".
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) "no está preocupada por la introducción de una nueva fuente de energía interesante, sobre todo si puede ayudar a combatir el calentamiento climático", afirmó su secretario general, el libio Abdulá el Badri, en una entrevista con AFP el martes en Viena.
No obstante subrayó, "hay cifras que apuestan a grandes cantidades de biocarburantes a largo plazo, de aquí al 2030", y la demanda petrolera frente a los 12 países miembros de la OPEP podría por tanto "ser más débil de lo que preveíamos".
La Unión Europea y Estados Unidos buscan reducir en un 20% su consumo de petróleo hacia el 2020, recurriendo a energías alternativas. "Estamos invirtiendo 130.000 millones de dólares de aquí al 2012 en 140 proyectos para aumentar nuestra producción en seis millones de barriles por día (mbd)", además de la producción actual de unos 30 mbd del cártel, afirmó El Badri.
La OPEP prevé asimismo "invertir entre 230.000 y 500.000 millones de dólares del 2013 al 2020 para aumentar su producción en nueve mbd", añadió. "Si recibimos informaciones de que la demanda petrolera bajará, tenemos derecho a reposicionar nuestras inversiones.
Podemos gastar dinero en la educación o en la vivienda", destacó. "Supongan que en 10 años la producción de biocarburantes no sea tan elevada como está previsto a raíz de la competencia con la tierra disponible, el agua, la alimentación... entonces habrá una escasez" de petróleo, advirtió.
La aceleración de la producción de biocarburantes se ha traducido en un record de las cotizaciones de algunos productos alimentarios como la harina de maíz.
El secretario general de la OPEP reconoció que los países industrializados tienen derecho a desarrollar biocarburantes, pero se opuso al aumento de los impuestos a la gasolina para permitir la subvención de la producción de las energías alternativas. "Es su política si quieren reducir el consumo de gasolina en un 20%", pero si quieren aumentar "la tributación de la gasolina para subvencionar los biocarburantes, no funcionará", estimó.
El Badri insistió también en que el mercado está bien aprovisionado, aunque dijo que si la situación cambia y los precios del petróleo aumentan significativamente "durante un período razonable, claro que la OPEP reaccionará", eventualmente, en el tercer o cuarto trimestre.
Los precios del petróleo se hallan en su máximo nivel en nueve meses, a más de 69 dólares el barril en Nueva York y a más de 72 dólares en Londres, y se acercan a sus máximos históricos registrados el año pasado, a cerca de 80 dólares.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), que representa a los países consumidores, subrayó la semana pasada que las reservas estadounidenses de petróleo estaban a niveles record, al acercarse las vacaciones de verano boreal, momento de mayor consumo anual de carburantes.
La AIE estima que la OPEP debería suministrar significativamente más crudo al mercado este verano para que las refinerías puedan producir suficiente gasolina como para nutrir las reservas y alejar los riesgos de escasez.
ESCENARIO INTERNACIONAL
Limitará la oferta si continúa la política en pos del desarrollo de los biocarburantes.
Los precios del crudo en el mercado tocaron sus máximos durante la semana.
Los países de la OPEP evalúan realizar recortes progresivos en el suministro de crudo como un mecanismo de protesta ante la injerencia de los biocombustibles en el mercado.