El gigante energético alemán EON quiere invertir 60.000 millones de euros antes del 2010, sin por ello descuidar a sus accionistas.
El grupo reveló sus intenciones este jueves, en momentos en que todo el sector especulaba con la forma en la que EON utilizaría el dinero atesorado para comprar la compañía eléctrica española Endesa. EON estaba dispuesto a desembolsar 42.300 millones de euros en esta operación, pero se ha visto forzado a desistir frente a sus rivales: el italiano Enel y la constructora española Acciona, que le venderán las migajas. Este desengaño no amilanó al grupo alemán, que "nunca ha renunciado a la idea de una gran adquisición", reconoció su director financiero Marcus Schenck durante una conferencia de prensa.
"Tenemos la flexibilidad financiera para hacerlo", afirmó a pesar del programa de inversiones astronómico previsto por el grupo.
"Vamos a reforzar nuestra actividad antes que nada gracias al crecimiento orgánico, pero también a través de proyectos de crecimiento externo centrados en Europa y en las regiones de crecimiento", dijo el jueves el patrón de EON, Wulf Bernotat. De los 60.000 millones de euros, un total de 12.000 millones irá a parar a la construcción de nuevas centrales y otros 3.000 millones a las energías renovables, especificó.
En total, el grupo aumentará un 50% su capacidad de producción eléctrica antes del 2010, adelantó Bernotat. También se ha propuesto aumentar su beneficio de explotación (Ebit) a 12.400 millones de euros antes del 2010, frente a los 8.400 millones de 2006. El grupo alemán gastará 10.000 millones de euros en la compra de activos de la compañía eléctrica española Endesa y otros 10.000 millones de euros en sus actividades de gas y destinará 6.000 millones de euros más a su expansión en Rusia, Turquía y el sureste de Europa.