Muchas fueron las notas realizadas en este suplemento sobre la crisis del sistema educativo en la región y el país.
La mayor parte de ellas apuntó a relacionar los niveles de recursos con la pobre calidad educativa que presentaba el sistema. Hoy damos a conocer un documento interno del Ministerio de Educación, elaborado por el licenciado Víctor Mekler, denominado “Periodización del tiempo escolar en diferentes países”. Un análisis que muestra la realidad educativa argentina en comparación con el resto del mundo.
El informe presenta información sobre el sistema educativo sistematizada en relación con las decisiones adoptadas en diferentes naciones pertenecientes a la Comunidad Europea, a la OCDE y en dos países latinoamericanos, como es el caso de Chile y México. No contempla su faz económica: los fondos que destina cada país al sistema, pero sirve para hacer una revisión pedagógica, para saber dónde estamos y hacia dónde vamos con nuestra educación.
Los países analizados presentan transformaciones curriculares e institucionales iniciadas en la década pasada. Se consideraron los siguientes tópicos para su evaluación:
• Extensión en años de la escolaridad básica y obligatoria.
• El año escolar: días de clases.
• Carga horaria obligatoria.
• Duración en horas de la jornada escolar.
• Cambios en la adecuación horaria de la jornada escolar.
• Duración de las horas didácticas y cantidad de horas didácticas semanales.
• Distribución del tiempo de enseñanza y aprendizaje por área curricular en relación al tiempo total de enseñanza.
Todos estos puntos en definitiva complementan las notas económicas entregadas semanas atrás en estas mismas páginas y determinan qué es lo que está recibiendo un chico en el aula.
En la mayoría de los países de la OCDE y Latinoamérica, el inicio de la escolaridad obligatoria está fijado entre los 5 y 6 años de edad, con algunas variaciones. Generalmente la escolaridad básica obligatoria se extiende entre 9 y 12 años de duración, con diferencias según la diversidad de sistemas educativos (ver cuadro adjunto).
La distribución de los tiempos de enseñanza y de los recesos vacacionales en el año escolar difiere entre los distintos sistemas educativos considerados:
• El número de jornadas de clases efectivas para un año escolar varía entre los 175 y 220 días. Cabe recordar en este sentido que, en los últimos años, Neuquén no superó el techo de los 150 días promedio.
• El número de semanas establecidas en el calendario escolar oscila entre 34 y 39.
• La cantidad de días destinados para recesos vacacionales y feriados varía entre 65 y 85 aproximadamente.
• Los días destinados a los exámenes y períodos de compensación oscilan entre 10 y 15 días lectivos.
La semana escolar tiene una duración de 5 ó 6 días, según los países. Transcurre de lunes a viernes o de lunes a sábado.
En Francia, por ejemplo, en la enseñanza primaria los miércoles son días de franco para los alumnos, pero tienen media jornada los días sábados. En ese país, por disposición ministerial, la jornada semanal de primaria no puede sobrepasar las 27 horas reloj. En otros, las instituciones eligen por un régimen de 5 ó 6 días de clase semanales. Son los casos de Alemania, Austria, Irlanda, Portugal.
Son muy pocos los países que tienen jornadas completas mayores a 6 horas diarias generalizadas para todo el sistema educativo. Este sería el caso de la educación secundaria inferior y superior en Israel.
Existe, sin embargo, una tendencia a reducir la carga horaria en aquellos países con 6 días de clases semanales y jornadas de duración diaria mayor a las 5 horas reloj. Este fue el caso de Japón, donde muchas escuelas de enseñanza secundaria inferior redujeron la semana escolar a 5 días, ampliando el receso escolar a los días sábados.
Los cambios estructurales de las décadas de los 80 y 90 en los países de la OCDE marcan una tendencia a no extender la jornada escolar más allá de las 5 horas diarias en los primeros años de la escuela primaria y no mayor a 6 horas en la escuela media inferior y superior. La concepción que subyace no es más tiempo escolar para una mejor calidad de la educación, sino aprovechamiento óptimo del tiempo escolar para una mejor calidad en la tarea pedagógica.
En el caso latinoamericano, Chile marca una diferencia porque se planteó como meta de la política de mejoramiento de la calidad educativa llevar la jornada escolar a las 6 horas reloj diaria y contemplar la carga horaria necesaria para el desarrollo del nuevo currículum en educación básica (desde el 3º año) y media. Su planteo fue la extensión de la jornada escolar para todas las instituciones a fin de evitar circuitos de instituciones con ofertas diferentes.
CARGA HORARIA OBLIGATORIA
El cuadro adjunto muestra el promedio anual de horas de los alumnos en clase para la enseñanza básica obligatoria, tomando como referencia el 4º año de escolaridad básica y el 9º año de escolaridad obligatoria. Asimismo, el cuadro indica la duración de la jornada escolar diaria para los años tomados como referencia. El total de horas anuales entre los países varía de acuerdo con la extensión horaria de la jornada escolar, la cantidad de días de clase en la semana y cantidad de días de clase por año.
En términos generales es mayor la carga horaria anual y la jornada escolar diaria en la enseñanza secundaria básica que en la enseñanza primaria básica. La mayoría de los países ofrece una jornada para primaria que va entre 4 y 5 horas y una jornada escolar para la secundaria inferior que se extiende entre 5 y 6 horas de clase.
Por otra parte, el proceso de enseñanza y aprendizaje, además de definirse curricularmente en cursos o espacios curriculares, se organiza institucionalmente por períodos semanales de enseñanza normalmente denominados horas didácticas.
• Las horas didácticas en los años de secundaria inferior, por lo general, varían entre un mínimo de 26 y un máximo 40.
• Cada hora didáctica, como tendencia, tiene una duración que va entre 40 a 50 minutos.
La mayor parte del tiempo escolar en la secundaria inferior de los países considerados está destinada a la enseñanza de las diferentes lenguas, distribuyéndose de manera casi igualitaria entre la lengua materna, la lengua oficial del país y las lenguas extranjeras. No obstante las ponderaciones son diferentes. En el caso de Holanda se destina un 16% a lengua oficial y un 26% a las lenguas extranjeras. En España, además de la lengua oficial, se le suma el tiempo destinado a la enseñanza de las lenguas de las comunidades autónomas.
Matemática y Ciencias Naturales constituyen, ambas, las áreas curriculares que le continúan en importancia al porcentaje de tiempo dedicado para el aprendizaje de las lenguas. En términos de promedio ascienden a un 23% del tiempo total de enseñanza.
La otra área que aparece con una asignación de tiempo importante es Ciencias Sociales (incluye Historia, Geografía y Estudios Sociales Contemporáneos), pero varían los porcentajes según los países considerados, pues van desde un 6% a un 17%. En los casos en los que las Ciencias Sociales presentan guarismos mayores, se incluye la Formación Ciudadana, que por lo general está separada de la Etica. En otras situaciones los tiempos destinados al desarrollo de la Formación Etica y Ciudadana se contempla en la categoría “Otros”.
El área de Tecnología, así como la enseñanza específica de informática y de competencias profesionales, no suele pasar de un 10% del tiempo total de enseñanza del currículum prescrito. En muchos casos las diferentes propuestas para abordar la enseñanza de Tecnología se corresponden con espacios curriculares opcionales para los alumnos.
La tendencia de incorporación de la Tecnología en el currículum obligatorio ha ido en aumento y es manifiesta en los países que han transformado sus propuestas curriculares en la década pasada, tales como España, Francia, Italia, México, Portugal, entre otros.
Hay entonces, en algunos países, un currículum básico obligatorio y otro con la posibilidad de opciones para las instituciones y los alumnos. Estos casos son los de Bélgica, España, Holanda y Suecia, por ejemplo. En la tabla (ver infograma adjunto) aparecen muchos de los cursos optativos en la categoría “Otros”. Esta categoría puede incluir la formación ciudadana, la reflexión sobre la ética, estudios de las religiones, orientación educativa y vocacional, otras opciones de lenguas extranjeras, proyectos interdisciplinarios, espacios curriculares complementarios a las áreas básicas, propuestas de libre disposición institucional.
Por último, resultan diversos los porcentajes en Educación Física y Educación Artística, ya que pueden oscilar entre un 6% a un 14%.