Nueva York puede perder su posición de centro del financiero mundial en un período de diez años, según las conclusiones emitidas por un informe encargado por el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, y citado por el diario “Financial Times”.
El informe, que ha sido elaborado por la consultora McKinsey, establece que la ciudad puede perder hasta siete puntos porcentuales en el mercado, equivalentes a 60.000 puestos de trabajo, durante los próximos cinco años. No obstante, según el estudio, estos efectos negativos podrán ser prevenidos a través de cambios regulatorios en Estados Unidos. Bloomberg encargó el estudio a raíz de las crecientes preocupaciones entre figuras relevantes de Wall Street que apreciaron la existencia de una reducción de cuota en la actividad de los mercados de capital globales.
Las preocupaciones surgieron por un incremento de las compañías extranjeras que eligen la Bolsa de Londres en vez del mercado de Nueva York para debutar en Bolsa. En el 2006, por primera vez se produjo un mayor aumento de capitales en el London Stock Exchange que en Wall Street y Nasdaq. El informe también sugiere que Nueva York ha perdido terreno en otras áreas como derivados, un mercado en el que los ejecutivos han ido moviendo sus negocios hacia Londres debido a que la ciudad británica posee un entorno regulatorio legal más atractivo que el neoyorquino.