| Para participar del ciclo de conferencias “La financiación de exportaciones: una herramienta clave para conquistar nuevos mercados externos”, organizada por el Centro PYME, ABA y la Fundación Exportar, visitó Neuquén Mario Vicens, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina. En diálogo con “Río Negro” expresó su visión sobre la evolución del sector financiero. –¿Cómo evalúa la evolución del financiamiento al sector privado para el 2007? –Considero que continuará la tendencia positiva que se viene observando. La estimación es que este año representará algo más del 11% sobre el PBI y el año próximo supere el 12%. Tenemos mucho para desarrollar y crecer. Normalmente hay una fuerte relación entre desarrollo financiero y desarrollo económico, porque justamente el desarrollo económico pasa por la inversión y la inversión pasa por tener buenos proyectos, pero también por los recursos del ahorro para financiar esos proyectos, a través de los mecanismos institucionales que tenga cada país. –En cuanto a los incentivos para el ahorro, ¿durante cuánto tiempo más se puede seguir manteniendo una tasa de interés negativa? –La tasa de interés negativa en términos reales ha ido disminuyendo a lo largo de los años. Tres años atrás, la tasa de inflación en el año 2004 era del orden del 6%, la tasa de interés era del 3 a 4%. El año pasado la inflación fue del 12% y la tasa de interés promedio estaba entre 7 y 8%. Hoy la tasa de inflación está en el orden del 10% y la de interés está cerca del 10%. Por supuesto para montos significativos, si los montos son menores, es un poco más baja. Hay un proceso de adecuación progresivo que esperamos que se mantenga en el tiempo, sin que pasen a ser tasas de interés reales muy positivas, porque eso estaría reflejando que no hay tanta confianza y por lo tanto sería un problema. Otra cuestión que me gustaría destacar es que todo este proceso de adecuación de la tasa de interés pasiva de los depósitos a la inflación no se ha reflejado en el costo del crédito, que bajó desde el año 2002 al 2003 y permaneció absolutamente constante hasta el momento. Lo que significa que este aumento del costo financiero está siendo absorbido por los bancos. –Un informe de la consultora Ernest & Young señala que el número de bancos caerá de 91 a 80 en los próximos tres años por fusiones y compras, con aumento en la cantidad de sucursales. ¿Coincide con este escenario? –Estoy de acuerdo en que se va a expandir el número de sucursales y de hecho es lo que ya está ocurriendo. Con respecto al número de bancos me da la sensación de que el resultado de ese análisis provenía de comparar situaciones con otros países y otros mercados. No descarto que haya nuevas fusiones y adquisiciones pero no lo veo como una situación ni tan frecuente ni tan inmediata. –¿Qué condiciones institucionales se deberían generar para que haya una expansión fuerte del crédito y del mercado de capitales? –Hay varias. Una es que hoy en día la bancarización como tal está extremadamente condicionada a que se consolide la estabilidad económica. Dentro de esta descripción general un aspecto que es importante es que la tasa de inflación vaya bajando a través del tiempo. Otro aspecto es que la situación fiscal se consolide. La tercera condición es que la economía siga creciendo a una tasa razonable para que la población y los agentes económicos se sientan con la seguridad que estimula a que los ahorros queden en el país. –¿Y desde los transaccional? –En este sentido, lo más relevante tiene que ver con aspectos impositivos. El impuesto a las transferencias bancarias es claramente un incentivo para que las transacciones no pasen por los bancos. Es un impuesto de emergencia que todos esperamos que sea eliminado. Un segundo problema tiene que ver con la formalidad. El mercado informal, a pesar de que se ha reducido, sigue siendo importante. Si hay una relación laboral de carácter informal, esto afecta no sólo el acceso del individuo al crédito bancario, sino también el de la empresa que es empleadora. A medida que disminuya la informalidad, esto va a redundar en un aumento de la bancarización. Y por último señalaría al crecimiento económico, que es fundamental porque no se puede saber qué causa qué cosa, pero sí se sabe que el crecimiento económico está vinculado al desarrollo financiero. Créditos hipotecarios –En lo referido al crédito hipotecario, su relación con el PBI es baja y hay un problema de descalce entre plazo de depósitos y préstamos, ¿cómo se puede acortar esta brecha? –Hay varias maneras: una es que los bancos están dando créditos hipotecarios, que han crecido mucho desde el año pasado a este año. Los nuevos créditos otorgados en el primer semestre de este año respecto del primer semestre del año pasado fueron 1.600 millones de pesos, lo que equivale a haber solucionado el problema habitacional de 36.000 familias a nivel anual. De hecho los bancos están resolviendo los problemas de descalce cuando lo financian con fondos que saben que van a permanecer en el banco, por ejemplo una parte sustancial de los depósitos en cuenta corriente por ser transaccionales; es un mecanismo de financiamiento permanente del banco. Ahora, para resolver definitivamente la cuestión acá hay medidas que se complementan entre sí. Una primera iniciativa tiene que ver con el mercado de capitales. Los bancos pueden originar créditos hipotecarios si tienen las condiciones para vender esos créditos hipotecarios en el mercado de capitales a través de securitizaciones u otros mecanismos que liberan recursos para volver a financiar a más familias sus problemas de viviendas. Por otro lado están las AFJP, que reciben mensualmente un flujo de dinero que van a tener que utilizar a muy largo plazo pues sus obligaciones de carácter previsional son a largo plazo. Ellos son muy buenos candidatos a financiar necesidades como la de la vivienda; esto es lo que se ha demostrado en todo el mundo cuando se desarrollan los fondos de pensión. |