| BUENOS AIRES.- La actividad económica cumplió 46 meses consecutivos de crecimiento muy impulsada por la industria, en la que a su vez tuvo una significativa participación el sector automotor, por presión de la demanda. Sin embargo, mientras la utilización de la capacidad instalada en toda la actividad fabril argentina se ubicaba en octubre último en el 74,1%, el bloque con menor nivel fue el de las terminales, con el 56,5%. La Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) registró que, entre enero y octubre de este año, 8 de las 10 terminales existentes –Fiat y Scania dejaron de hacer vehículos y se concentraron en autopartes– realizaron 343.983 unidades (31,7% más que en igual lapso de 2005), de las cuales exportaron 184.605 (25,5% más que en idéntico período anterior) a 74 países. En tanto, las ventas a los concesionarios llegaron a 381.203 (incluyendo 13,2% de importados, mayormente de Brasil), por lo que superarían las 400.000 a lo largo de todo el año. Mientras tanto en la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) pronosticaron un “piso” de 440.000 patentamientos. Como hubo casas matrices que cerraron plantas, redujeron personal, dispusieron jubilaciones anticipadas y estudiaron alianzas estratégicas, no sorprendieron decisiones sobre sus filiales en la Argentina y asignaciones de nuevos modelos. Ahora se producen 18, luego de que en 1998 se hicieran 24, y aparentemente por baja rentabilidad se desactivó la construcción de los que funcionan con gas natural comprimido (GNC). Surgieron cuestionamientos a las terminales que redujeron o paralizaron sus rendimientos y se dedicaron a importar de Brasil, pero no faltaron las que favorecieron sus producciones y las ventas equilibradas en ambos mercados. Por otra parte, comenzó a preocupar el crecimiento automotor de China, por su eventual agresividad comercial en el exterior. Las fábricas previeron invertir 6.000 millones de pesos entre 2004 y 2008 y aún tendrían pendientes 3.000 millones. Fernando Fraguío, presidente de Adefa, aseveró que podrían producir 500.000 unidades el año próximo –menos que el record de 507.367 de 1994–, con lo cual generarían 110.000 puestos laborales. En Adefa insistieron en que para mantener las exportaciones, el gobierno nacional debería bajar las retenciones, aparte de reclamar la devolución de los 700 millones de pesos adeudados por el gobierno nacional a las terminales desde antes de la crisis, correspondientes al impuesto al valor agregado técnico. A fines de agosto pasado, la brasileña Agrale evaluaba instalar aquí su quinta planta de camiones y chasis para colectivos. Este mes, después de dos años de anunciar que haría un “auto económico” –quizás en el complejo bonaerense de Berazategui, de la que salieron los Fiat Spazio y Vivace–, Franco Macri, a través de su grupo Socma, acordó con la automotriz china Chery y un socio uruguayo cuyo nombre mantuvo en reserva un emprendimiento de 100 millones de dólares. A partir de mayo próximo, haría el deportivo utilitario Tiggo (T11) y posteriormente el compacto QQ, pero en Montevideo (Uruguay), en la ex planta de Sevel, para exportarlos a Brasil y la Argentina. Incluso este mes trascendió que el grupo chino Yuejin, que tres años atrás formalizó un “joint venture” con el empresario local Horacio Roust, busca capitales para fabricar camiones livianos y chasis para minibuses. Abundaron los señalamientos empresarios para que se flexibilicen las discusiones salariales entre las terminales y el Smata (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor), luego de que fueran tan difíciles las este año. Resultaron conflictivas, asimismo, las que el gremio mantuvo con Acara, que hasta desencadenó un paro solidario en las terminales y, consecuentemente, caídas en la producción y demoras en el cumplimiento de los contratos externos, y culminó con un pacto y el vaticinio de “plena armonía laboral”, de acuerdo con el acta labrada en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. De acuerdo con el INDEC, desde el 2001 y hasta el primer semestre del 2006, los precios de los cero kilómetro se incrementaron 188,9%, más del doble que el índice inflacionario, que acumuló una suba de 82,7%. Los ajustes de la primera parte del año, se vincularon con el encarecimiento del real frente al peso y considerando la cantidad de autos brasileños que se venden en la Argentina. Por la “convicción” demostrada por Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior de la Nación, en julio pasado las terminales aceptaron no elevar sus precios. En Adefa remarcaron que los “acuerdos” deben ser coyunturales y limitados, pero el 14 del actual representantes de las 8 terminales que producen firmaron un convenio para mantener los precios sin cambios en el 2007. Eso sucedería si no varían los costos de los insumos y de la mano de obra, siempre que no superen el índice de precios al consumidor del Indec. En la práctica no sería un acuerdo colectivo, porque eso violaría lo establecido por la ley de Defensa de la Competencia. Aproximadamente el 70% de las unidades se venden al contado y el 30% mediante créditos, incluso con planes de ahorro previo que se mantuvieron no obstante la crisis del 2001. Hay terminales que tienen compañías financieras –algunas se reactivaron– y se asiste a una mayor participación de los bancos. Entre las propuestas vigentes, se destacaron las que extienden a 90 días el pago de la primera cuota de un crédito que llega a 50.000 pesos ó 5 sueldos, a devolverse en hasta 60 cuotas fijas y en pesos, con tasa variable del 12,5% anual, para lo cual exigen ingresos netos a los casados de 1.200 pesos y a los solteros de 1.000. Otro de hasta 50.000 pesos, con tasa fija para el 70% del valor del vehículo de uso particular cero kilómetro, con devolución a 60 meses, o usados de hasta 5 años (48) y sin garantía prendaria. Llamaron la atención los avisos de tasa 0%, sin gastos de otorgamiento, pero limitada a un tope de 20.000 pesos del valor del vehículo, y que una entidad regalara hidrolavadoras a los primeros 30 solicitantes. Las exportaciones equivalen al 56% de la producción, por la influencia de la exclusividad regional de modelos que se fabrican. Brasil capta el 47,8% de las mismas, cuando en la década pasada concentraba el 81% (ver aparte). Rodolfo Achille, presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Autocomponentes (AFAC), reveló que el sector invirtió 950 millones de pesos en 2005 y llegaría a 1.100 millones este año y a 1.300 millones en el 2007. El empresario confía en que la mayor fabricación de vehículos contribuya a que arriben autopartistas extranjeros, teniendo en cuenta que habrá terminales que necesitarán “nacionalizar” más piezas y que la actual situación garantiza un nivel de producción importante y precios favorables. Mientras existen fábricas de autocomponentes que vienen solicitando a determinadas terminales, desde hace tiempo, que les reconozcan los mayores costos de sus “commodities”, energéticos y salariales. Además, reclamaron que la cotización del dólar siga a la inflación y por las importaciones de repuestos para autos (y motocicletas) de China, a lo que Miguel Peirano, secretario de Industria, prácticamente respondió que “el destino automotor tiene que estar basado en el resguardo arancelario de la industria autopartista”. El panorama actual de las terminales BUENOS AIRES.- Cuando falta tan poco para que concluya el año, el panorama de las terminales es el siguiente. * DaimlerChrysler. Continúa fabricando su utilitario Mercedes Benz Sprinter en González Catán (Buenos Aires), que exporta a más de 50 países. En marzo o abril de 2007, hará otro modelo que sólo destinará al exterior. Previó invertir 50 millones de dólares en el período 2006/2007. * Fiat Auto. Dejó de producir vehículos en el 2001, pero destinó 150 millones de pesos para casi duplicar la capacidad de su planta de Ferreyra (Córdoba). Allí desarrolla un nuevo motor de 1.800 centímetros cúbicos que presentará el año próximo. Calculó exportar este año, sobre todo a Brasil, alrededor de 40.000 motores, 72.000 cajas de cambio y más de 270.000 varillas. * Ford Motor. Este año conseguiría su mejor nivel de actividad desde 1998, ya que fabricaría 80.000 unidades, de las cuales exportaría 50.000. Presentó la F-100 4x4 y sigue haciendo el Focus, en sus versiones de 4 y 5 puertas, y la Ranger. * General Motors Argentina. En General Alvear (Santa Fe) hace los autos Chevrolet Corsa (Classic y Corsa II) y los utilitarios 4x4 Suzuki Vitara y Grand Vitara. Desde el 2004 hasta el 2006 se comprometió a invertir 20 millones de dólares. En abril presentó los primeros automóviles con motorización “Flex power”, a biocombustible, que por ahora exporta a Brasil, hacia donde este mes comenzó a enviar la Suzuki Grand Vitara, pero con el nombre de Chevrolet Trucker. * Iveco. En la mencionada Ferreyra hace el chasis para ómnibus y 5 modelos de utilitarios medianos EuroCargo; 15 modelos de camiones pesados EuroTech y Stralis, y los Trakker para obradores. * PSA Peugeot Citroën. Los 125 millones de euros programados permitieron que fabricara el Peugeot 307 Sedán tricuerpo, con una integración regional del 60% (95% de las piezas fabricadas en el país) y el objetivo del 80% en el 2008. En el 2007 hará el Citroën C4, en El Palomar (Buenos Aires). Acordó con Fiat que le haga a partir del 2007, 140.000 cajas de cambios anuales para los vehículos que fabrica en la región. Sigue haciendo el 206, el 307 berlina y la Partner y la Berlingo. * Renault Argentina. Pese a que los 5 modelos que la matriz francesa asignó al Mercosur hasta 2009 se harán en Brasil, estimó que terminará este año con un alza de su producción del 35%. No obstante, podría anunciar un nuevo modelo para la Argentina, quizás un Clío tres puertas y hasta un deportivo utilitario con tecnología de la japonesa Nissan. * Scania Argentina. Su centro industrial de Tucumán está totalmente integrado a la estructura de producción global de la sueca Scania. Lo dedica a componentes de transmisión (cajas y diferenciales), que envía al Mercosur, Europa y otras regiones. * Toyota Argentina. En este 2006 desembolsó 37,2 millones de pesos para construir una planta de pintura de partes y ampliar la de estampado, que inauguró a principios de año. Esto sucedió tras invertir 270 millones de dólares entre 2002 y 2005, para fabricar la pick up Hilux y el utilitario deportivo Hilux SW4. Exporta desde Zárate (Buenos Aires) el 75% de su producción a 21 países de América latina y el Caribe. * Volkswagen Argentina. Solicitó al comité ejecutivo de la casa matriz de Alemania la aprobación para fabricar una pick up 4x4, en General Pacheco, donde hace los autos Polo Classic y Caddy. Allí además realiza en forma exclusiva el monovolumen compacto Suran, del cual produciría un nuevo modelo más deportivo. Una debilidad frente a los competidores BUENOS AIRES.- Las terminales radicadas en la Argentina procuran no descuidar sus exportaciones, que les permiten alcanzar producciones necesarias para que sus inversiones resulten eficientes. Sin embargo, este es el único país que aplica retenciones a las ventas al exterior, lo que evidentemente constituye una debilidad frente a los competidores. Los gobiernos de la Argentina y Brasil alcanzaron un nuevo acuerdo bilateral, el 26 de junio pasado, cuyos términos implicaron un avance en el desarrollo de la cadena automotriz. Favorecería la radicación aquí de inversiones; la suba de las exportaciones, y la recuperación de la participación en el mercado interno de los productos locales, pero sin fecha precisa para la liberalización del comercio bilateral (debía concretarse el 1º de enero de 2006, pero la Argentina no lo convalidó). Eso había sido rechazado por Roberto Lavagna, cuando era ministro de Economía y Producción, Roberto Lavagna, por las diferencias registradas y el amplio superávit conseguido por Brasil. La definición de marras confirió a las terminales dos años de previsibilidad para planificar sus producciones y exportaciones y, al parecer, sentó las bases para consolidar el Mercosur como plataforma, incluso para captar inversiones. Ambas naciones fijaron, en junio último, por otra parte, un valor de 1,95 para el coeficiente “flex”, que es el monto de importaciones de autos y autopartes con arancel cero que cualquiera de ellas efectúe por cada dólar exportado. Evaluaron que las automotrices locales importaron desde Brasil, en el 2005 y sin arancel, 2,2 dólares por cada uno que vendieron al exterior. En tanto se negocia con Venezuela la manera de que se incorpore al Mercosur automotor. A su vez, el convenio sectorial entre la Argentina y México, permitió que desde mayo pasado exista libre comercio entre sus terminales, pero sin contemplar preferencias para los fabricantes de partes y piezas. |