| Un elemento clave que aparece como sostén de la solvencia financiera del Estado argentino en el largo plazo es el nivel de ahorro público. Más allá de que el stock de deuda pública se haya reducido con la reestructuración, resulta fundamental que el Estado mantenga niveles de superávit suficientes no sólo para cubrir parte de los vencimientos de deuda a futuro sino también para brindar señales de solvencia que le permitan refinanciar la otra parte de los servicios a tasas de interés razonables. Las últimas estadísticas oficiales muestran que el stock de la deuda pública argentina alcanzó a mediados del 2006 los 130.650 millones de dólares. Durante los últimos 12 meses, en valores absolutos, se incrementó en casi 4.184 millones, pasando de los 126.466 millones de dólares en junio del 2005 a los mencionados 130.650 en junio del 2006. Si bien en valores absolutos el nivel de deuda se ha incrementado respecto a junio de 2005, en términos del PIB de la economía se ha reducido en 10 puntos porcentuales, pasando de representar el 76% en junio del 2005 a constituir un 66% del PIB hacia junio del 2006. ¿Qué futuro financiero le espera al gobierno para el año 2007? En primer lugar, durante el año próximo vencen aproximadamente 12.600 millones de dólares, sin adelantos del BCRA (8.800 millones por amortización y 3.800 millones por interés). En función de los ingresos estimados para el año 2007 y teniendo en cuenta la pauta del superávit que proyecta alcanzar el gobierno del orden del 3,1% del PIB, el nivel de ahorro público podría ser de unos 7.500 millones de dólares, con lo cual sería factible cubrir un 60% del total de vencimientos de deuda. Para darnos una idea de la importancia aún mayor que tiene el superávit, suponiendo que el gobierno en lugar de destinar el exceso de recaudación por encima de lo presupuestado (que es factible estimar dadas las variables macro del presupuesto) a incrementar el gasto público, lo asignara a engrosar los niveles de ahorro, el superávit primario que se generaría podría alcanzar el 3,7% del PIB, cifra que sería suficiente para cubrir el 71% de los vencimientos de la deuda pública. Por lo descrito, no se avizora para el 2007 un año con turbulencias en materia de cumpli- miento de los servicios de la deuda pública. Una conclusión de peso que se deriva de este análisis es la relevancia cada vez mayor que tiene el superávit fiscal en el cumplimiento de las obligaciones financieras del Estado. Mientras que en el año 2005 la participación del superávit fiscal en el financiamiento de los servicios de la deuda fue del 42%, en el año 2006 se estima que va a solventar un 50% y en 2007 podría hacerlo como mínimo en un 60%. Esto refuerza la importancia de generar niveles de ahorro sostenibles en el tiempo. En este sentido, si bien el proyecto de presupuesto 2007 prevé un nivel de superávit del orden del 3,1% del PIB, no hay que dejar de lado la evolución decreciente que ha tenido este ratio en los últimos años: 3,9% en el 2004, 3,7% en el 2005, 3,3% previsto por el gobierno para el 2006 y 3,1% para el 2007. A pesar que la situación financiera a futuro resulta bastante más descomprimida que la de años anteriores, los flujos de vencimientos de deuda siguen obligando a un manejo prudente de la política fiscal. Es clave sostener un nivel de superávit fiscal primario que aporte toda la previsibilidad posible a la economía argentina. Alza en ganancias petroleras Las ganancias de la industria petrolera siguen creciendo, aunque a un ritmo menor al del año pasado. Cinco de las principales empresas mundiales en el área de energéticos tienen previsto reportar ganancias combinadas para el tercer trimestre del año por el orden de 30.000 millones de dólares, aunque las ganancias han sido disminuidas por la baja en los precios del gas natural y la gasolina. La industria basa buena parte de sus ganancias de los precios del crudo, que promedió alrededor de 70 dólares por barril en el período de julio a setiembre y alcanzó un nivel histórico de 78 dólares ante el conflicto en el Medio Oriente. Desde entonces, una baja en los precios de los contratos a término indica que el crecimiento en el sector petrolero podría ser más lento en los siguientes meses, dijeron analistas. Las principales petroleras, que tenían previsto dar a conocer sus reportes de ganancias en la semana, eran BP Plc, Chevron Corp., ConocoPhillips, Exxon Mobil Corp. y Royal Dutch Shell Plc. “Con seguridad han registrado ganancias altas, al menos en el corto plazo’’, dijo el analista Bruce Lanni, de la firma A.G. Edwards. Rusia busca diversificar El presidente Vladimir Putin dijo que quiere que Rusia disminuya su dependencia del petróleo, diversificando su economía hacia sectores como la producción automotriz, la aviación y la producción forestal. “La diversificación es la tarea prioritaria para la próxima década”, dijo Putin, y agregó que ya Rusia redujo su dependencia de los ingresos de las exportaciones de petróleo y gas. Rusia, el segundo exportador mundial de petróleo detrás de Arabia Saudita, gana más de 500 millones de dólares por día –o más de dos tercios de sus ingresos por exportaciones– gracias al suministro de petróleo y gas a los mercados mundiales. Pero, además del relleno de las arcas estatales con las ganancias inesperadas provenientes del petróleo, la lluvia de petrodólares está presionando un alza en los precios al consumidor y en el tipo de cambio, haciendo más difícil para la industria rusa competir en el exterior. Putin dijo que está satisfecho con las tasas de crecimiento económico del 6,6%, pero dijo que está preocupado por el hecho de que la desaceleración del crecimiento en la producción de petróleo y gas está actuando como una carga sobre la producción industrial.
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