| El gobierno profundizará, por lo menos hasta el segundo semestre del año próximo, las presiones sobre los acuerdos de precios sin mostrar planes alterna- tivos para retirar los mismos del mercado en el corto y mediano mediano. “Conviviremos con diferenciales de precios externos e internos durante un tiempo”, confió, sin poner fecha cierta, uno de los asesores del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, al ser consultado por este tema. Con una demanda cada vez más firme en el mercado interno y una oferta llegando a su techo, el gobierno nacional es consciente de que, sin el apoyo de inversiones, el acuerdo de precios es una de las pocas herramientas con las que cuenta para mantener en línea a la inflación. Sin embargo, este esquema no es sostenible en el tiempo. La administración Kirchner continúa apuntando a la recuperación del consumo interno para sostener los actuales niveles de crecimiento económico. Las estadísticas así lo avalan. Los superávits gemelos que presentan las cuentas del Estado generan el oxígeno necesario para dar impulso a este programa económico. Distintos analistas coinciden en señalar que difícilmente el gobierno, en el corto plazo, deje de lado los acuerdos de precios para dar paso a los fondos frescos que puedan generar las nuevas inversiones, aumentando así la capacidad de producción en el mercado interno para compensar el crecimiento sostenido que presenta la demanda. CONSUMO Es una cuestión de oferta y demanda. Los acuerdos de precios son hoy los ‘sustitutos’ de las inversiones dentro del programa económico oficial. Al no poder crecer la oferta por falta de nuevas inversiones, lo lógico es que los precios busquen un nuevo punto de equilibrio en el mercado. Dando prioridad al control de la inflación, el gobierno coloca un corset sobre los precios sin afectar los niveles de crecimiento de la demanda. El piso de crecimiento para el corriente año se ubica por encima del 8%. Detrás de estos mayores niveles de crecimiento se encuentra el consumo. Un reciente informe elaborado por la consultora Centro de Estudios Bonaerense (CEB) señala que durante los últimos años, el consumo privado no sólo ha explicado una parte sustancial del crecimiento en cada uno de los años, sino que esta participación ha ido en crecimiento. De esta manera, mientras en 2003 el consumo privado explicó el 43% del crecimiento de ese año, en el primer semestre de 2006 ha explicado el 53% de la expansión productiva (ver infogramas adjuntos). La mayor relevancia que el consumo está tomando en el crecimiento económico no se explica por un solo tipo de consumo. Tanto el de bienes no durables como el de durables están creciendo a tasas muy elevadas. Por su parte, el consumo de servicios públicos, empujado en gran medida por la telefonía, está creciendo a tasas del 14,9% interanual. Respecto a las ventas de shoppings y supermercados también se observan tasas de crecimiento elevadas. Si se analiza la tasa de variación interanual de los últimos tres meses, queda claro que no hay señales de desaceleración en el consumo, salvo lógicas reducciones si se compara con el 2005. Detrás del crecimiento del consumo encontramos un fuerte incremento en los ingresos y el financiamiento. Para corroborar esto la CEB tuvo en cuenta tres fuentes de ingresos de los consumidores, las cuales se explican a continuación. Para homogeneizar la disponibilidad de los datos se realiza el corte en julio de 2006. * Masa salarial de empleados registrados: a partir de los empleos registrados en el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones y del ingreso promedio que surge de allí. El nivel mensual actual asciende a 10.711 millones de pesos, un 34% superior a los 8.010 millones de pesos del 2005. Esto es consecuencia en primer lugar del crecimiento del empleo registrado de 400.000 individuos y del aumento del salario promedio en un 24,7%. * Beneficios pagados por jubilaciones y pensiones: utilizando la cantidad de beneficiarios y la evolución del haber promedio, se estimó cuál es la masa mensual de beneficios por jubilaciones y pensiones. El nivel mensual actual asciende a 1.973 millones de pesos, un 24% superior a los $ 1.591 millones del 2005. Las causas de este incremento residen en que el haber promedio pasó de 490 pesos en julio de 2005, a 602 pesos en julio de 2006. * Crédito al consumo: para medir el financiamiento se utiliza la variación mensual del stock de crédito personal y tarjeta. En los primeros 7 meses de 2006 el stock creció a un promedio mensual de 620 millones de pesos, lo que implicó un aumento acumulado de 4.337 millones, el doble que en el mismo período de 2005. En lo que va del 2006 el incremento de la sumatoria de la masa salarial, la masa por beneficios jubilatorios y de pensiones y variación de stock de crédito al consumo fue de 1.445 millones de pesos. Si se realiza la comparación con el mismo período de 2005 el valor asciende a 3.661 millones de pesos (+37%). Son estos aumentos en los distintos tipos de ingresos de alta propensión a consumirse los que explican el aumento del consumo en los distintos tipos de bienes. El informe de la CEB remarca asimismo que para el 2007 se espera que el consumo continúe sobre la senda del crecimiento, ya que los ingresos también lo harán. En primer lugar se estima que el stock de crédito al consumo (personales + tarjeta) aumentará, en todo el año, 8.500 millones de pesos, lo que implica un promedio mensual de 700 millones de pesos. En segundo lugar, los salarios de los empleados registrados continuarán aumentando, ya que a inicios del próximo año se reabren las negociaciones. Suponiendo que el salario promedio aumente un 13% interanual y que el empleo registrado continúe subiendo, cuando finalice 2007 la masa salarial habrá aumentado un 18,7%, con lo cual en el promedio mensual la masa de ingresos será 2.000 millones de pesos mayor al de este año. Por último, y es un hecho seguro, aumentarán los haberes jubilatorios un 13% a partir de enero de 2007. Por lo tanto, la masa mensual de haberes en el promedio de los doce meses será 355 millones de pesos superior a la del 2006. La sumatoria de todo lo anterior implica que, para el promedio de los meses del 2007, los ingresos de alta propensión al consumo serán 2.370 millones de pesos superiores a los de 2006. Bajo presión Los acuerdos de precios son utilizados en determinadas economías para contener desequilibrios temporarios sobre las cotizaciones de determinados productos considerados claves (de primera necesidad) para la sociedad. El problema es que no se debe abusar en el uso de esta herramienta, ya que no modifica estructuralmente escenarios y su aplicación, en el mediano y largo plazo, genera más distorsiones que beneficios. Esto es lo que hoy está pasando en la Argentina. La aplicación del control de precios está generando en el país una inflación reprimida sobre determinados productos o directamente incentiva la aparición de un ‘mercado negro’ donde se termina pagando un producto por encima de los que estipula el mercado. Tal es el caso del gasoil. Hoy en las zonas rurales de la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe este combustible, que escasea en las tradicionales estaciones de servicio, se está pagando en el mercado negro arriba de los 2 pesos por litro, algo más del 50% de lo que marca el acuerdo de precios avalado por el sector. El desabastecimiento es uno de los síntomas más claros que presenta una economía regida bajo el sistema de acuerdo de precios. El gobierno nacional niega toda crítica que se le haga a su programa económico. Mantener encorsetados los precios en el tiempo, genera presiones no deseadas en la economía. La inflación reprimida es una de las variables que hay que comenzar a tener en cuenta dentro de este esquema. La industria, en sus niveles máximos BUENOS AIRES (DyN).- El empleo de la capacidad instalada en la industria local alcanzó en setiembre último el 74,1%, el máximo nivel alcanzado desde enero de 2002, según indicó esta semana la encuesta de actividad fabril realizada por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). El informe precisó además que el 94% de las empresas consultadas “no anticipa cambios en sus precios” para el corto plazo, y además el 87% de las firmas relevadas tampoco espera que en los próximos meses se modifiquen los niveles de actividad. FIEL informó que el Indice de Producción Industrial de setiembre mostró un incremento del 6,6% contra igual mes de 2005 y exhibió una baja del 0,4% respecto a agosto último. En los primeros nueve meses de 2006 registró un alza del 7% contra igual lapso del año anterior. La encuesta elaborada por FIEL refirió que el 77% de las firmas consultadas confió que la situación general de actividad es “normal” y un 18% la calificó como “buena”. En este sentido, sólo un 5% admitió que la situación es “mala”. Respecto a las perspectivas para los próximos meses, un 87% de los consultados no prevé modificaciones para el corto plazo, otro 10%, espera que la actividad “mejore” y sólo un 3% estimó que “empeorará”. Asimismo, un total de nueve de cada diez empresas relevadas por FIEL opinó que sus niveles de stocks e inventarios se ubican en niveles normales. Un 5% estimó que su stock se encuentra en niveles altos y 4% expresó que sus inventarios se ubican en niveles por debajo de lo deseado. Los datos sobre Utilización de la Capacidad Instalada (UCI) se situaron en el 74,1%, un porcentaje que supera en 1,7 puntos porcentuales el valor captado en setiembre de 2005 y 2,1 al registrado en agosto último. En materia de precios, el 94% de las consultas consignaron que no anticipan cambios en los valores de sus productos para el corto plazo, mientras que un 6% de la muestra espera que se registren subas y nadie espera que los precios bajen. |