| BUENOS AIRES (ABA).- El ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, afirmó que la Argentina está en crisis energética por un problema de gestión, y señaló que esa situación impactará en forma negativa sobre la actividad económica. También advirtió sobre los efectos nocivos que tienen los acuerdos de precios, los que consideró que en el mediano plazo podrían provocar mayor inflación y alertó sobre una caída en el nivel de las inversiones por cuestiones institucionales. –En el mundo económico existe una preocupación creciente acerca de los efectos del vigente acuerdo de precios, ¿cuál es su visión? –Lo que está pasando es habitual en cualquier caso de control de precios en el mundo, empiezan a haber precios controlados y otros que se mueven libremente. Si usted toma noviembre del 2005, los precios del índice del costo de vida, los mayoristas y los índices de precios implícitos –que son la canasta más chiquita y la más grande de todas–, mantenían una diferencia máxima apenas superior a un punto (alrededor del 11 % anual). Hoy los precios minoristas que son los más controlados están en 10,7 y el índice de precios implícitos a un 14,7, o sea ya hay cuatro puntos de apertura lo que está reflejando que empieza a haber dos medidas distintas de inflación. –¿El mecanismo de control de precios es objetable? –Las políticas de precios sólo pueden usarse en períodos relativamente cortos, acá se había dicho que era por tres meses, después por seis, luego hasta diciembre de este año y ahora ya en Estados Unidos hubo algún comentario que sería hasta después de las elecciones. –¿Sería peligroso extender esa medida en el tiempo? –En términos de la economía de mediano plazo es malo. Yo lo comparé también con la convertibilidad pues, al ser medidas muy rígidas, uno cuando entra tiene algún efecto ligeramente eufórico y después es muy difícil salir. –¿Esto genera lo que se llama inflación reprimida? –Lo que se está claramente produciendo es esto que yo le decía: índices de precios que empiezan a divergir entre sí, cambios en base a calidades y la dificultad de salir el día que se decida hacerlo, la meta acerca del momento en el cual se va a salir se va corriendo en el tiempo. –¿Estamos ante una inminente crisis energética? –No, ya estamos en una crisis, mire, todo depende como uno define las cosas. Si crisis se define por el apagón de la lamparita de la casa aún no se ha llegado a ese punto, han habido cortes en distintos lugares del país pero todavía no es masivo. Pero la definición es si uno es capaz de proveer o no toda la energía que el sistema reclama. Como se sabe, esto fue efecto de un acto de medidas anunciadas públicamente, hay que producir 7% más, porque eso es más o menos lo que va a crecer el producto este año no usando más energía que la de diciembre de 2005. Esto significa que las empresas tienen que autogenerarse el resto y la autogeneración de energía primero no es fácil, porque hay que comprar los equipos, y además el costo al cual se genera energía en algunos casos es 10 veces el costo de cuando uno toma la energía en la red. De manera tal que primero le cortamos a los chilenos, ahora le cortamos a los chilenos y a las empresas, sobre todo a las grandes, argentinas. Son muestras de que la crisis ya se instaló. –¿ Usted no cree que el problema está relacionado con la reestructuración de las tarifas, por el hecho que hace tiempo que están congeladas? –No, mire, esto no es una cuestión exclusivamente de tarifas. A principios de mayo de 2004 se anunció que se lanzaban dos centrales de silo combinado que más o menos iban a producir el 10% de la energía. Esa era una decisión correcta que iban a estar produciendo a mediados de 2006, ya estamos al final de setiembre de 2006 y todavía no se sabe quién va a hacer esas plantas, cuál es el precio de la energía, con qué combustible van a funcionar, si van a tener que funcionar con gas o con combustible líquido. La diferencia de costo es muy grande. Hubo dos años y medio de anuncios y cero realidad. Más que un problema de tarifas es un problema de gestión, se confunde la gesticulación con la gestión. –¿No considera que esa situación afectará en forma considerable a la actividad económica? –Claro, la va a afectar por el lado de la actividad o por el lado de los costos y los precios. –¿En cuánto afectan aspectos institucionales que se le vienen criticando al gobierno como los “superpoderes” a la hora de tomar decisiones en la economía? –Los grandes lineamientos del programa en el cual yo estoy pensando y que en distintas intervenciones públicas he dejado, son cinco grandes temas a partir de una situación económica muy buena como la que quedó en diciembre de 2005. Yo digo que esa es una herencia fenomenal que uno puede malgastar o puede usarla para avanzar. ¿Avanzar en qué? En educación, ciencia y tecnología, educación en el sentido más amplio, educación técnica... Los temas sociales con una especial atención en aquellos que empiezan a ser llamados los pobres estructurales –es decir la gente que está debajo de la línea de la indigencia–, entre ellos muchos niños a los cuales no le basta el crecimiento, requieren políticas específicas en cuanto a todo lo que es alimentación, salud y economía. Si en los primeros años de vida no se los atiende, claramente queda comprometido su futuro. Otro es el tema del empleo; ustedes saben que nosotros bajamos la desocupación desde mayo que yo asumí, que los valores más altos eran casi 24% a 9,7%, que es la cifra para el total de los aglomerados urbanos en diciembre del año pasado. El primer semestre dejó de caer, no ha subido pero ha dejado de caer. Está todo el tema de la seguridad ciudadana, que es un tema de interés creciente. Y por último el tema de las instituciones, el anuncio semifallido de la reforma de la Constitución para lograr 14 años seguidos de gobierno (cuatro, más cuatro, más seis) poco importa que después se termine cumpliendo o no, el sólo hecho de haberlo anunciado como se hizo, en el contexto de un viaje del presidente al exterior, tiene un efecto negativo. –¿Eso también afecta a las inversiones? –Por supuesto, pero no sólo a las de afuera, porque generalmente se dice que esto afecta a las inversiones extranjeras, y no, esto afecta al inversor local. A veces, para ponerlo más sencillo, “Juan Pérez” que tiene más memoria y conocimiento sobre la realidad Argentina que “Johny Smith” es el primero que toma decisiones en contra, ¿por qué? Porque finalmente Johny Smith está allá, lejos, le cuesta entender algunas cosas. El que está acá sabe cómo son. Recuerden la experiencia del 94‚ que lleva a una reelección y a los seis meses de haberlo reelegido nadie lo había votado al presidente, empezó una cuesta abajo que no se pudo parar hasta finalmente llegar a la crisis. Si ustedes miran las tasas de expansión de la inversión del año pasado y las de este año van a ver también una desaceleración, de 22 puntos y medio a 18 puntos y medio. –¿Cómo cree que deberían evolucionar los planes asistenciales? –A comienzos de 2005 nuestra propuesta desde el Ministerio de Economía fue separar lo que queda del Plan Jefes y Jefas (hay 1.400.000 planes, 700.000 madres muchas de ellas solteras a las que tiene poco sentido plantearle un trabajo, por lo que la idea era atenderlas con un plan familia y la otra parte pasarla a un programa de seguro de desempleo y formación). Esto está aprobado por el gobierno, pero la ejecución va en cámara lenta y al paso que vamos terminamos en el siglo XXII. –Ud. hizo alusión a la crisis energética, desaceleración en la inversión, a que no sigue cayendo el desempleo, ¿en qué medida es preocupante de cara a las elecciones? - ...Y falta mencionar la pérdida de una parte del superávit fiscal sobre todo en las provincias con inclusive déficit. Hay cuestiones que se van a ir profundizando, pero si alguien está pensando en una crisis económica de magnitud, yo diría que las elecciones presidenciales de 2007 van a ser las primeras que se van a realizar en un contexto económico más o menos normal. Piensen Uds., (Raúl) Alfonsín y (Carlos) Menem asumieron en medio de crisis, la reelección de Menem fue en medio del “tequila”, (Fernando) De la Rúa sucedió a Menem con una economía en pendiente. Es decir, pueden ser las próximas las primeras elecciones en que podamos discutir los temas de fondo. Espero que ocurra y que el gobierno no insista en la idea de cerrarle la boca a todos los que discrepan. Con Chávez: negocios sí, política no –En relación a la política exterior de este gobierno y lo que tiene que ver con la economía, hay una alianza con Venezuela, con el gobierno de Bolivia, un mayor acercamiento también a Cuba. Esa estrategia de política exterior ¿cree que es correcta, que puede dar buenos frutos? –No, yo hace tres meses que lo vengo diciendo, creo que he sido el primero de los que tienen la posibilidad de brindar un mensaje a la sociedad, que lo he dicho con toda claridad, no en relación a Venezuela que es un país hermano, un país importante, pero quien hoy gobierna Venezuela, (Hugo) Chávez, es un peligro, un peligro muy grave. Los hechos me han ido dando la razón, porque ha ido subiendo de tono, haciendo citas cada vez más comprometidas, hasta llegar a lo del otro día, que la verdad que a mí no me gusta, de ver al presidente argentino esquivando los pasillos o tratando de esconderse para no cruzarse con Chávez, cuando en realidad lo que tenemos que hacer es sentarnos con Chávez y con toda claridad decirle “negocios sí, como los que tiene Chávez con Estados Unidos”. ¿Se sabe que desde que asumió Chávez le vende a Estados Unidos un porcentaje de petróleo mayor que antes de asumir? Entonces negocios sí, todos los que quieran, política no porque Chávez ha tomado un camino que no es el que nos gusta para Argentina y, digo la verdad, me gustaría que el presidente argentino en lugar de evitar la foto fuera capaz de decir con toda claridad esto y producir una primera propuesta concreta. –¿Cuál podría ser? –Que Estados Unidos y Venezuela retiren ambos la propuesta de integrar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ninguno de ellos contaría con la mayoría necesaria) y que Argentina proponga que Uruguay asuma ese rango –¿Por qué Uruguay? –Los países centroamericanos son muy cercanos a EE. UU.; Brasil y Argentina ya ocuparon esa posición y Chile está a cargo de la OEA. Me parece que entre los que quedan, como ser Ecuador, Paraguay o Uruguay, este último es el más estable de la región. –¿Podría ser esa la propuesta de Argentina cuando está distanciada del país vecino por el conflicto de las papeleras? –Si me disculpan, hace tres meses, porque efectuar críticas sin decir lo que hay que hacer es fácil, afirmé que la cuestión de las plantas de celulosa se resuelve controlando la planta de Botnia y trasladando la otra planta (de Ence). Ahí estamos después de haber perdido en los tribunales de La Haya, del Mercosur y deteriorado las relaciones por querer hacer demagogia con la gente de Gualeguaychú. Es decir, se llega a lo que de manera racional los presidentes pudieron resolver hace tres meses. FRASES HERENCIA: La situación económica en diciembre de 2005 era una herencia fenomenal que se puede malgastar o usar para avanzar. DESACELERACION: Si ustedes miran las tasas de expansión de inversión del año pasado y las de este año van a ver una desaceleración. ELECCIONES 2007: Las elecciones de 2007 van a ser las primeras que se van a realizar en un contexto económico más o menos normal. |